La admiración de Sarah Alarcón por su madre es inquebrantable. A sus 20 años, reconoce que todo lo que es se lo debe a Gaby Pazmiño Yépez, cuya fortaleza y entrega han marcado su vida. “Es la persona que más admiro en este mundo”, afirma con orgullo.

Desde pequeña, Sarah, fruto de la relación entre la expresentadora de televisión y el futbolista argentino Diego Alarcón, observaba a su madre en el desaparecido programa de farándula Vamos con todo y sentía fascinación por su trabajo.

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Antes de eso, Pazmiño, quien fue seleccionada de vóleibol de Guayas y Ecuador a los 17 años, trabajó como reportera en el segmento deportivo del noticiero de Teleamazonas.

“Lo que hacía mi mamá me parecía muy chévere porque crecí viéndola”, comenta Sarah. Sin embargo, su sueño siempre ha sido convertirse en actriz. Le encanta actuar y es lo que quiere hacer en el futuro. Aunque actualmente estudia Marketing, planea dedicarse de lleno a la actuación y, tal vez, estudiar artes escénicas fuera del país.

Una “segunda madre”

La joven ha desempeñado varios roles, incluido el de hermana mayor y apoyo en el hogar. “Fui como una segunda madre para mis hermanos Diego (14) y Martina (10). Siempre ayudaba en la casa cuando mi mamá estaba trabajando”, confiesa.

Durante años, vio a su madre multiplicarse entre el trabajo y la crianza de sus hijos. Todo ese esfuerzo lo retribuyó siendo una buena hija, hermana mayor y estudiante. Gracias a su buen promedio, fue escolta del abanderado. Esa responsabilidad fortaleció el vínculo familiar.

“Sí nos dolía un poco que mi mamá siempre estuviera ocupada, pero al mismo tiempo sabíamos que estaba creando un mejor futuro para nosotros, y ahora lo vivimos”, comenta desde su hogar, ubicado en una urbanización de Samborondón.

Hace 14 años, Gaby dejó la comunicación para dedicarse al negocio de la salud y la belleza. Actualmente, ocupa el rango más alto dentro de esa empresa, Diamante Supreme. Esto le ha permitido viajar a varios países junto a sus tres hijos.

Arte y marketing

Sarah combina sus estudios con su presencia en la televisión y su trabajo como imagen de más de veinte marcas, lo que le ha permitido ser más independiente en sus gastos y colaborar en el hogar.

“Me encanta trabajar con marcas y he aprendido mucho sobre publicidad”, explica. Además, sueña con tener su propia empresa y llegar tan lejos como su mamá, combinando su amor por el arte con el mundo del marketing.

Recientemente, su participación en el programa Soy el Mejor ha sido una experiencia inesperada pero enriquecedora. La producción estuvo interesada en ella, pero ser menor de edad fue un impedimento en su momento. “Nunca imaginé estar en Soy el Mejor, pero ha sido una gran oportunidad”, menciona.

Sin embargo, su mirada está puesta en lo que viene después: “Quiero enfocarme en mi sueño de ser actriz, prepararme y seguir explorando nuevas oportunidades”.

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