Les dicen gordos, con desprecio. Obesos, rellenitos, jabanchos.... ballenas. Como sea, el enfrentar la obesidad y la lucha por dejar de ser marginados es, por estos días, motivo de reflexión tras una película que deja al desnudo esa dura realidad y que hoy también es reconocida por Hollywood, en la reciente entrega de los Premios Óscar.

Se trata de ‘La ballena’ (‘The whale’), cuyo guion, sin ser autobiográfico, se basa en un texto original que se inspira en la lucha real del escritor Samuel D. Hunter con la obesidad. ‘La ballena’ cuenta la historia de Charlie, un profesor de literatura que imparte clases online debido a que, por su sobrepeso, apenas puede moverse.

Brendan Fraser, quien interpreta a Charlie, el personaje principal del filme, se hizo merecedor al Óscar como mejor actor. De allí que este tema se encuentre en boca de todos.

Niño gay, deprimido y gordo 

Hunter admite que hay varios aspectos de su vida que influyeron en cómo elaboró la historia. “Era un niño gay. Mi familia no era evangélica, pero lo pasé bastante mal en primaria. Era un niño gordo y muy torpe socialmente”, señala.

El guionista recuerda lo catastrófico que fue ‘salir del armario’ y cómo cayó en una depresión al llegar a la universidad, época en la que comenzó a “automedicarse con comida, que es algo que ya hacía de niño, pero empeoró muy rápidamente”.

Asegura que poco a poco fue capaz de encontrar la forma de salir de ahí. “Mi marido, al que conocí en 2005 y con quien llevamos juntos desde entonces, fue mi mayor apoyo. Cuando comencé a escribir esta obra pensé: ¿Qué pasaría si esta historia fuera sobre alguien que no pudo encontrar esa salida que yo sí encontré?”.

El actor tuvo sus propios líos

Pero ‘La ballena’ también supuso un reto para el actor Brendan Fraser, quien luego de haberse convertido en un ídolo del cine a finales de los 90 e inicios del nuevo siglo, desapareció casi por completo de la vida pública y de Hollywood.

Después de interpretar a ‘George de la Selva’, un hombre atlético, pasó por una larga ausencia de la pantalla, tuvo que superar la muerte de su esposa y una depresión por una presunta agresión sexual por parte de un alto ejecutivo de la industria cinematográfica.

En esos siete años tuvo que ser intervenido en varias ocasiones por lesiones en su cuerpo, como traumatismos en sus rodillas, disco espinal y costillas, además de problemas en sus cuerdas vocales. Luego vino la crisis económica, hasta que apareció ‘La ballena’, que le dio la oportunidad de regresar al cine con éxito, tras 10 años ausente de la industria.

El trabajo de subir 130 kilos

Para interpretar al personaje principal, Brendan Fraser tuvo que subir 130 kilos, pues la cinta cuenta la historia de un hombre de mediana edad que pesa 272 kilos. Durante más de un año, Brendan, de 54 años y 1,91 metros de altura, trabajó en su proceso de ‘engorde’.

Empezó con 95 kilos y llegó a alcanzar un peso de más de 250 kilos. Sin embargo, para lucir como aparece en el filme hizo falta maquillaje y la colocación de prótesis, para verse como alguien de 600 libras.

En el filme se llama Charlie, quien busca mejorar la relación con su hija de 17 años, a quien abandonó para ir a vivir con su pareja gay, que era uno de sus alumnos. Tras la muerte de su amante, Charlie, por dolor y culpa, comienza a comer exageradamente y es ahí cuando necesita volver a hablar con su hija para ser perdonado.