Al exfutbolista del Barcelona de España, Gerard Piqué, no la ha caído nadita bien que su exesposa, Shakira, haya decidido mudarse con sus hijos a Miami, Estados Unidos, donde -según la prensa rosa española- ya tendría a su nuevo amor.

Según publicó La Vanguardia, medio español, “la decisión de Shakira ha sido tomada de modo completamente unilateral y sin haberle consultado (a don ‘Salpique, como la colombiana ha bautizado a Piqué), cuando ambos ostentan la patria potestad”.

El medio indica que Piqué se ha quedado sin margen de maniobra. “El exfutbolista está enfadado enormemente porque al llevárselos en estas fechas corta el curso escolar de los niños, algo que Piqué siempre intentó evitar”.

La cantante ha comunicado a su despacho de abogados en Barcelona que no volverán tras Semana Santa y que los niños tienen ya colegio en el Miami Country Day, donde comenzarán las clases el 11 de abril.

Shakira reside en Barcelona desde 2011, año en el que se hizo pública su relación con Piqué, con quien tuvo dos hijos. El pasado 4 de junio anunció que se habían separado y poco después expresó el deseo de trasladarse a Miami.

El jueves por la noche, los médicos de la clínica Teknon en la que está ingresado William Mebarak, padre de la cantante, dijeron a Shakira que no podían operar a su padre, tal y como era el deseo de ella, por lo que tomó la decisión de no retrasar más su salida de Barcelona.

En ese momento, Shakira contactó con los responsables de los centros escolares de Barcelona, donde ahora estudian sus hijos, y el elegido de Miami, para consultarles sobre la conveniencia de realizar el traslado en este momento del curso.

Tanto desde Barcelona como desde Miami enviaron cartas a la cantante en las que señalan que no hay ningún problema para el traslado de los niños -Milan, de 10 años, y Sasha, de 8- y que además hacerlo tras el periodo de vacaciones de Semana Santa podía servir de ayuda en el cambio y posterior adaptación.

Asimismo, los responsables del colegio de Barcelona apoyaron la mudanza a Miami porque en los últimos meses los menores han mostrado signos de angustia debido a la presión de los paparazzi.