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Farándula
Personajes de la TV son un desastre culinario
Figuras del canto y la Tv reconocen que tienen limitaciones en la cocina, mientras que otros se esfuerzan por mejorar. Todos coinciden que comer es lo que hacen muy bien.
No siempre se puede combinar los talentos, porque mientras tienen éxito en la música o en la televisión, se declaran no tan hábiles y otras veces hasta nulos, para las actividades culinarias. ¡Se les quema el agua!
Eso sí, todas las figuras de la farándula consultadas coinciden en que, a la hora de comer, lo saben hacer muy bien.
David Naula, presentador de televisión de 26 años, recuerda que a los 15 quiso lucirse preparando un lomo al vino, pero el resultado fue devastador.
“Me quedó horrible, le puse mucho vino y mucho aliño que mi familia no lo quiso comer. Para no botarlo, porque daba pena, me lo comí, pero eso estaba malísimo”.
La cocina nunca ha sido su fuerte, pero desde que formó un hogar con la también presentadora Mayra Jaime, las cosas comenzaron a cambiar, ya que juntos buscan la forma de hacerlo mejor.
“A los 15 años intenté cocinar algo, pero resultó un desastre. Desde entonces seguí insistiendo, pero la verdad, es que unos salen bien, pero hay otros que no”, comenta Mayra.
Admite que suele recurrir a internet para hacer sus platillos y que, a veces, prefiere comprar los alimentos preparados. “Se me hace más fácil y me simplifica la vida”.
De tanto intentar, cuenta que las chuletas en salsa de maracuyá le quedan muy bien.
“Me gusta innovar, pero los caldos son los más difíciles, por ejemplo el de bolas, no me quedan las bolas de verde. También se me complica la preparación de los de pescado”, lamenta.
Anggie Anchundia, compañera de David y Mayra en el canal digital Telepremier, es de las que se las ingenia si no cuenta con los ingredientes necesarios.
“Cuando era adolescente empecé a hacer arroz y tortilla de huevo, pero fue cuando fui mamá, obligada me tocó hacer otros tipo de comida”.
Cuenta que no le salen exquisitos, pero ha ido mejorando. “Tengo que alimentar a mi hijo y no soy de comprar comida hecha, si hay cómo, prefiero hacerla. Creo que voy mejorando”.
Douglas Bastidas
A Douglas Bastidas, vocalista del grupo Tranzas, le tocó aprender a prepararse sus alimentos cuando empezó a vivir solo. Sin embargo, la experiencia no fue nada agradable. “Tenía 27 años aproximadamente y tuve que cocinar porque estaba solo por primera vez. Mi mayor frustración es con los camarones apanados, por más que me esfuerzo nunca me quedan bien armados, terminan siendo otra cosa”.
Eso sí, con el tiempo, admite que se ha vuelto práctico y por eso inventa en la cocina.
“Me gusta mucho la comida italiana, es lo que aprendí mejor. Es muy cara, por lo que sale mucho mejor hacerla”.
El intérprete de ‘Mi corazón no entiende’, es de los que acude a las aplicaciones de comida a domicilio. “Es la nueva normalidad”, añade.
Emiliana Valdez
Emiliana Valdez, presentadora de RTS, recién en julio del año pasado que ingresó al canal fue la primera vez que entró a una cocina, en el programa ‘Noticias de la mañana’. “Me recontra cuesta porque no ha nacido ese gusto por la cocina, espero que cuando me cambie a vivir con mi esposo Alejandro Hoyos sea diferente”.
En su defensa alega que con la práctica podría lograrlo. “Mi mamá me dice que tengo la sazón”.
“Cuando era niña mi papá cuidaba de que no entre a la cocina y creo que me quedé con eso”. Una vez -añade- tuvo la buena voluntad y le preparó al esposo unos moros con chuleta. “Me sentía en mi salsa, pero cuando le serví no le gustó porque dijo que tenía mucho vino. Fue un total desastre, pero yo me comí el mío y el de él. Luego pasó mi papi y le gustó”.
Roselena Vásconez
A Roselena Vásconez, periodista de RTS, no le gusta cocinar y dice que eso le viene de familia. “A mi mamá no le gusta, pero ella aprendió para poder atender a su familia. Mi hermana mayor cocina espectacular, pero a otra hermana y a mí no nos gusta”.
Cuenta que recién a los 29 años, cuando se casó, intentó cocinar. “Lavo los platos, plancho, limpio, eso sí me gusta, pero meterme a la cocina nunca me interesó”.
Eso lo atribuye que en una clase de Ciencias Naturales, cuando tenía 15 años, le tocó abrir un pescado y mientras hacía la explicación, salió corriendo a vomitar.
“Una vez quise hacer una sopa y la leche se cortó, eso sabía malísimo y se veía horrible, tuve que botarla”, recuerda.
Lo que sí le sale bien, explica, es el pollo al horno, pero los fines de semana prefiere solicitar a domicilio. “Mi esposo sabe cocinar y a veces él prepara algo. Tenemos una persona de confianza en mi familia, es Sarita, cuando ella viene a mi casa ahí sí que comemos delicioso”.
Mauricio Ayora
Mauricio Ayora se declara nulo en la cocina y rememora una ocasión en que quiso preparar algo y no lo pudo comer de lo malo que estaba. “A lo único que entro a la cocina es a ver qué hay de comer o a raspar la olla, porque no preparo absolutamente nada”, dice.
Lo que sí le gusta y confiesa que medio le hace es a la parrilla. “Adobo la carne, le doy la vuelta, pongo las papas, los chinchulines, los chorizos y estoy pendiente para darles la vuelta”, menciona el presentador de noticias de TC.
“Una vez me quedé cuidando la casa de una prima y tenía hambre. Me preparé un arroz con hamburguesa, pero me quedó fatal. Para que no se desperdicie, se lo di al perrito que tenía mi prima, pero ni él quiso comerlo”, menciona.
Caterva es de los que prefiere pedir a domicilio antes de complicarse la vida. “Ahora por seguridad es mejor así. Hasta los cangrejos te los llevan a la casa, es preferible y estoy más tranquilo”.
Renier Izquierdo
El chico reality Renier Izquierdo hace tres años vive solo, por lo que dice que le toca preparar, de vez en cuando, algún alimento “para no morir de hambre”. Reconoce que es un desastre total porque aunque se esfuerza, los platillos nunca le quedan bien.
“Llamaba a mi abuelita para que me explique o veía en YouTube, pero no quedan bien. Los panqueques siempre se me queman”.
“Una vez tenía una visita y quise sorprenderla preparando una paella. Compré todo y lo hice, pero me quedó crudo el arroz y se pegaba (sopudo). Quedé muy frustrado y terminé pidiendo comida a domicilio”.
De tanto insistir, explica que algo está logrando con las carnes y las pastas.
“Me invento unos platos que no se pueden imaginar, les pongo lo que encuentro, pollo, carne molida, aceitunas, lo que haya”.