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Farándula
Néstor Balbuena: "Nunca tuve miedo"
Néstor Balbuena cuenta de su lucha contra el cáncer de garganta
En diciembre pasado, el coreógrafo uruguayo Néstor Balbuena presentó un fuerte dolor en su garganta. Acudió al médico y pensaron que se trataba de una amigdalitis. El malestar persistió y comenzaron los infinitos exámenes para saber qué pasaba con su salud. En febrero comprobó que padecía de cáncer de garganta. Desde entonces comenzó su batalla.
El primer cambio que notó fue su pérdida de peso. Bajó 7 kilos. Por otra parte no sabía si contarlo a la prensa. Era un tema delicado, pero cuando le confirmaron el diagnóstico, su pensamiento cambió. Él se planteó dos grandes motivos para decirlo, incluso para ir publicando su tratamiento en redes sociales.
“Quiero que las personas tengan la voluntad de salir adelante. La otra es que se hagan chequeos preventivos, hacer el esfuerzo una vez al año nos podría salvar la vida, así no sintamos nada. Comprendí que no hay mejor remedio que la prevención”, menciona a EXTRA, desde una de las camas del hospital Solca (Sociedad de Lucha contra el Cáncer).
Néstor cuenta que tiene previsto realizarse tres ciclos de quimioterapia, de los cuales ya está iniciando el segundo. Cada ciclo dura cinco días. Luego de eso deberá hacerse radioterapia, para finalmente esperar el resultado de exámenes que descarten algún residuo de la enfermedad.
“Estoy seguro de que terminaré mis ciclos y no habrá cáncer. Sé que tocaré la campana de la vida”, agrega, al tiempo de explicar que el tocar este instrumento por tres ocasiones es un anunciar que el paciente venció el cáncer.
SUS ÁNGELES
Balbuena tuvo la oportunidad de pedir una habitación privada para vivir este proceso, pero prefirió hacerlo en compañía. Tiene a 4 personas que al igual que él, luchan contra el cáncer. Ya se hizo amigo de ellos. También de los médicos y a los enfermeros, a los que denomina ‘ángeles’.
“Soy una persona de fe y sé que están orando por mí. Todos los días pido por mi salud y todos los que estamos con este inconveniente. Sé que Dios y las energías obran en quienes creen. Nunca tuve miedo, sé que esto es un desafío para salir adelante”, detalla.
Pero no solo la fe acompaña a Néstor, sino su persistencia. Durante sus primeras quimioterapias perdió el sentido del gusto. Nada tenía sabor.
“Comencé a oler las frutas y cuando comía, imaginaba su sabor. Así estuve varios días, hasta que lo volví a recuperar. La voluntad y la alegría te ayudan a salir adelante. Yo no me preocupo, yo me ocupo”, enfatiza el también músico.
SU FAMILIA
Toda su familia se encuentra en Uruguay, a excepción de su esposa Gardenia. Ella es quien lo acompaña noche y día en este largo proceso.
“Gardenia es un sol que me regaló la vida. Somos los dos y pues solemos viajar mucho en esta época y ahora decimos que nuestro viaje es a la vida y nuestro hotel es Solca. Ella igual sigue trabajando en su academia de baile y yo continúo activo tanto en redes como en negocios”, dice.
En cuestión a su hijo (Bruno) cuenta que él le pidió que se vaya a tratar del cáncer a Uruguay, pero Néstor no quiso, pese a que su vástago se codea con doctores. Es odontólogo.
“Aquí la gente me quiere y me protege. Aquí me conocen y preferí quedarme en casa, mi hogar, Ecuador. Este país es el que considero mi hogar”, finaliza.