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Nayelhi González, de 26 años y licenciada en enfermería, es la Miss Ecuador 2022Cortesía

Miss Ecuador 2022, Nayelhi González: "Mil veces elegiría ser negra"

Nayelhi González, la nueva reina de la belleza nacional, es la cuarta mujer negra en ostentar el título y la primera esmeraldeña en obtener la corona

No tuvo que ir a un brujo ni hacerse leer las cartas para conocer que sería reina. Un paciente de la clínica del papá de la reina saliente, Susy Sacoto, fue quien ‘predijo’ el triunfo de Nayelhi Alejandra González Ulloa, nacida en Esmeraldas, de 26 años y licenciada en enfermería.

Nayelhi es, desde la noche del sábado, la nueva Miss Ecuador. Es, además, la primera esmeraldeña que obtiene el título máximo de la belleza nacional y la cuarta mujer negra que lo ostenta.

Antes se alzaron con la corona la quiteña Mónica Chalá Mejía, en 1996; en 1998 fue Soraya Hogonaga Serrano, de Milagro, y en el 2010, Lady Mina Lastra, guayaquileña del populoso barrio La Chala.

Georgette Kalil, de Guayaquil, fue la primera finalista y representará a Ecuador en el Miss International. Landy Párraga, de Quevedo, fue la quinta finalista; Juliana Robles, de Machala, cuarta; Diana Puga Cadena, de Quito, tercera; y Samantha Quenedit, también de Quito, segunda.

En diálogo con EXTRA, la Miss Ecuador 2022 habla sobre su vida y confiesa también la manera que aprendió a adorar su cabello afro y como mil veces elegiría ser negra.

Tras el anuncio de su triunfo se quedó sin reacción, ¿qué pasó?

Georgette Kalil me hablaba al oído y decía: “negra, sonríe que eres tú la Miss Ecuador”. Pero seguía orando y pidiendo a Dios que se haga su voluntad. Cuando reaccioné le dediqué la corona a Él. Lo que viví ese momento lo voy a llevar siempre en mi corazón.

¿Tiene algún significado la pulsera roja, tipo cordón, que lució en su mano izquierda?

(Risas) Significa buenas vibras y muchas bendiciones. La mano izquierda va conectada al corazón y la comencé a usar en las últimas semanas de este proceso. Me la dio uno de mis preparadores (no revela el nombre).

En el proceso del certamen, ¿alguien le vaticinó el triunfo?

En Manta, durante una visita a la clínica de Susy Sacoto, conversé con un paciente, escuchando sus vivencias y dolencias, me tomó de la mano y me dijo que ganaría. Me quedé fría por la convicción con que lo hizo.

Usa el cabello al natural, ¿no le ha dado por alisarlo y usar extensiones?

A los 15 años me lo alisé y lo usé así hasta el 2020 que me lo corté muy pequeño, en plena pandemia. Pude ver cómo crecía y aprendí a quererlo. Ahora lo amo porque lo afro es lindo.

Usted dice que la belleza no se mide por kilos, puede que no sea tan fácil para quien no tiene su esbelta figura...

Solo son números... tallas. Lo que se mide es la originalidad, la esencia que nos caracteriza.

¿Es de las que se mata de hambre para lucir un buen cuerpo?

Este cuerpito es genético por mi madre. La melamina de la gente negra es bendecida. Soy de buen comer, me gusta el encocao, el tapao arrecho y el ceviche de conchas.

Su familia, ¿quiénes la conforman?

Mis padres y un hermano de 19 años. En mi casa también viven mis primos y mis tíos. Es como vivir en ‘la vecindad del Chavo’ de lo divertido que es (risas).

¿Ha sentido alguna vez el racismo?

Sí, en algunas ocasiones, pero eso nunca me limitó a seguir con mis sueños. Si me pusieran a elegir, mil veces elegiría ser negra y nacer en esa tierrita sencilla, de gente resiliente y valiente que es mi Esmeraldas.

¿Qué es lo más impactante que ha vivido como enfermera?

En Ambato, haciendo una pasantía, llegó una pareja angustiada porque el bebé que estaba a pocos días de nacer no tenía latidos cardíacos. Eso me entristeció y me fui a llorar, pero una compañera me dijo que no debía hacerlo. Fue impactante. En la universidad nos enseñan a ser mecánicos, pero la realidad es otra cosa.