Lucho Aguirre Ford, pionero del teatro en Guayaquil, falleció a los 64 años, este 21 de julio, a causa de una leucemia mieloide aguda que le diagnosticaron en agosto de 2022.

Su vida estuvo marcada por su pasión a la actuación, en la dirección teatral y televisiva. Sus inicios fueron en el teatro callejero, donde llegó incluso a hacer de mimo para arrancar sonrisas a los transeúntes.

Pero el gran salto lo dio en septiembre de 1977, cuando acudió a los talleres de actuación que dictaba el director argentino Ernesto Suárez, en el Municipio de Guayaquil. Ahí comenzó a escribir las páginas más brillantes de su carrera con el grupo de teatro El Juglar.

Su éxito llegó con la obra Guayaquil Superstars, donde Aguirre participó en el sketch ‘El vivo y el montuvio’, con su personaje del malandro urbano ‘Pipiolo’, con el que se lo identificaba hasta la actualidad.

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El éxito fue tal, que de ser un segmento se convirtió en la obra Cómo e’ la cosa. Le siguieron Banda de pueblo, De la ventana a la calle, El montuvio y el diablo, El león matón, entre otras.

Tras diez años con los juglares, Lucho siguió su propio camino y creó el grupo La Gaviota, donde además del montaje de obras, ofrecía talleres de formación de actores. Fue precisamente esa actividad que lo llevó a la televisión.

En 1993 dirigió el programa ‘El rincón de los bajitos’, que presentaba Pamela Cortés, en Ecuavisa. De 1995 a 1997 fue director del programa infantil ‘Manzana 12’, en SíTV.

Otro de los títulos que marcaron su carrera de director de televisión fueron ‘El secreto de Toño Palomino’ (2008), ‘La taxista’ (2010), ‘El Combo Amarillo’ (2011), ‘3 Familias’ (2014), ‘La Trinity’ (2016) y la más reciente ‘Compañía 593’, que fue su último trabajo en Ecuavisa y del que incluso se conoció que tenía ideas para una tercera temporada.

Fue en 2018 cuando gracias a su esfuerzo y trabajo recibió una condecoración de la Asamblea Nacional de la República del Ecuador Dr. Vicente Rocafuerte, al mérito cultural.

Fue el 25 de agosto de 2022, en su cumpleaños, cuando sus familiares le organizaron una fiesta sorpresa y sufrió un desmayo. En un principio se creyó que se trataba de una anemia severa, pero tras una serie de exámenes médicos, finalmente se le diagnosticó la leucemia mieloide aguda, a través de una punción medular.

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Su tratamiento consistía en transfusiones de sangre y quimioterapia en inyecciones. Cada una costaba aproximadamente 900 dólares. Los efectos no eran tan fuertes. Después de colocárselas no ingería comida mínimo en 3 horas. En los últimos días, la actriz Maricela Gómez empezó una campaña para la donación de plaquetas que el actor necesitaba con urgencia, pues su estado era muy delicado.

Sus restos están siendo velados en el Parque de la Paz (Alborada) y se tiene prevista la misa de cuerpo presente para el sábado 22 de julio, a las 09:30, y su inhumación a las 11:30 en el cementerio Parque de la Paz (Aurora). Sus familiares han pedido total discreción y prohibieron el ingreso de cámaras de medios de comunicación, sin embargo, podían acercarse a darle el último adiós a Luchito. La actriz Maricela Gómez acompañó a los familiares de su amigo durante todo el proceso.

Uno de los capítulos poco conocidos de Lucho Aguirre, cuenta el actor Augusto Enríquez, se dio con el cantante Jesús Fichamba, ya fallecido.

“Fue en 1985, cuando Fichamba ganó el Festival OTI y fue a representar al Ecuador, en España. Lucho se encargó de trabajar en la parte del dominio escénico para darle mayor fuerza a la interpretación de ‘La Pinta, la Niña y la Santamaría”.

Otro aspecto que indica que Aguirre no lo decía mucho, es que obtuvo una licenciatura en actuación en la Universidad de Guayaquil.

“Lucho fue muy creativo, muy dinámico, siempre daba talleres en sectores suburbanos. Era profesor de actuación en escuelas y las fundaciones Plan Internacional y Vicente Rocafuerte”.

Explica que la mayor parte de su trabajo lo realizó en El Juglar “El teatro callejero fue uno de los proyectos de El Juglar y todos lo hicimos, Lucho también, sino que ya después nos dedicamos exclusivamente al teatro de sala. Durante un buen tiempo realizamos teatro infantil en el parque Seminario, donde Lucho hizo de un oso, en la obra ‘El león matón’”.

Pero sin duda, el papel que lo marcó, explica Enríquez, fue Pipiolo. “Inicialmente el papel lo hizo Oswaldo Segura, luego Lucho asumió el rol y lo desarrolló más, con la característica del guayaco sabido. Él lo consagró”.

El actor Oswaldo Segura recuerda que trabajó junto a Lucho Aguirre en toda la producción de El Juglar y en los montajes posteriores.

“Fue un hombre con una trayectoria impresionante, aportó mucho a la cultura. En Banda de pueblo hacía el personaje de Mendoza y con esa obra fuimos de gira a Argentina. Un trabajador incansable, formó y dirigió a muchos actores”.

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