"Mi espíritu está intacto y por mi ser, mis convicciones y el amor que siento por los míos, elijo ser feliz", así comienza la entrevista la actriz Laurita Suárez, desde Mendoza, Argentina, quien protagonizó varias series, novelas y filmes en la televisión ecuatoriana desde fines de los 80 hasta los primeros años del nuevo milenio, y que hoy padece esclerosis múltiple.

De esbelta figura, sonrisa amplia y ojos claros, Laurita es recordada como la bella doctora en la serie Emergencia, junto a Xavier Pimentel, o por la temperamental "Prima", junto a Érika Vélez y Pamela Cortés, o como la protagonista de la novela Dulce Tormento, entre muchos otros personajes que marcaron la televisión ecuatoriana.

Justo cuando su imagen estaba en el top de la popularidad, desapareció de la pantalla de televisión.

La razón: la esclerosis múltiple ya había comenzado a causar estragos en ella y se fue a Mendoza, Argentina, donde vive ahora con su esposo Pepo y sus hijos: Emilia de 17, Santiago (14), además de su perrita Blue.

"La enfermedad puede vencer mi cuerpo, mas no mi alma. Siempre sonrío, bromeo, juego con los míos y el día que ya no pueda caminar, lo asumiré con dignidad y seguiré con mi vida", comenta a EXTRA la actriz.

Laurita comenta que tras la esclerosis ha sufrido diabetes y dolores tan intensos que necesitó corticoides con todos los efectos secundarios que implica. Muchas veces ha requerido de oxígeno y necesita silla de ruedas.

"Veo siempre lo bueno. Si no hubiese estado en esta situación, quizás no hubiese podido disfrutar cada instante de la vida, además, vi crecer a mis hijos y los crié de la mejor manera, al punto que hoy que están más grandes, son mi orgullo y satisfacción", revela la actriz.

Con humor y con amor

Laura fue en su niñez y adolescencia una atleta completa. En su colegio, el Alemán Humboldt de Guayaquil, llegó a ser seleccionada y ganó varias competencias.

"Siempre salía a correr como parte de mi rutina de ejercicios. Mis compañeros de colegio, con los que aún me chateo, recuerdan esta etapa maravillosa", comenta la actriz.

Fue un 26 de octubre del 2001 cuando se le diagnosticó oficialmente la esclerosis múltiple. "Me iba deteriorando poco a poco y nadie lo sabía", manifestó. Desde entonces la enfermedad fue avanzando.

"Seis veces me han dicho que no volvería a caminar. Incluso se me llegó a congelar los tobillos y no los podía mover, sin embargo, nunca paré mi fisioterapia, y a los 14 meses del último diagnóstico, volví a caminar, con movimientos torpes, pero lo hice", comenta, mientras soltaba una sonora carcajada.

Suárez recuerda que una etapa de sus recaídas llegó a necesitar un gramo de corticoide a la vena por día, durante una semana, eso le hizo llegar a pesar 80 kilos, y le provocó diabetes secundaria.

Aún con todo esto, jamás perdió la fe ni las ganas de vivir.

"Los efectos secundarios de los corticoides son un monstruo aparte", revela.

"Aunque parezca un cliché, la fe, el amor la disciplina y la fuerza, son una combinación ganadora y con estas armas lucho contra esta enfermedad,", comenta con su hablar pausado.

"Igual, sino camino más, si no puedo hablar bien, si no puedo ver de un ojo, igual sigo siendo yo, y eso me hace única", dice.

Laurita hace una pausa y exclama: "he sufrido tanto dolor que tuve que ingresar a una clínica con anestesiólogos. Ahora necesito oxígeno porque mis músculos respiratorios y mi sistema óseo están resentidos, incluso mi columna vertebral se ha desviado pero sigo en la lucha y así será por siempre", recalca la actriz.

Extraña Guayaquil

Laura comenta que extraña mucho a Guayaquil. "De la ciudad recuerdo todo, mis amigos, su calor su gente, sus aromas y la comida. Me encantaría regresar y sé que algún momento lo haré", dice con fe la actriz.

Además no descarta volver a lo suyo, la actuación. "Si me piden hacer algún papel, de seguro podré hacerlo y será algo fantástico", comenta la Suárez.

La actriz sabe que hoy se están volviendo a reprisar series como Emergencia y Primas y le agrada saber que aún está en la retina de toda aquella generación que creció con ella y que son cuarentones, y que además hay una nueva generación que la está conociendo.

"Gracias a todos, los recuerdo con mucho cariño y espero verlos muy pronto", finaliza Laurita.