En la avenida Mariscal Lamar, en pleno centro de Cuenca, un local de venta de ropa interior se ha convertido en el nuevo punto turístico de la ciudad. Y no es por los precios bajos o calidad de los productos, sino porque es el escenario en donde una familia viral en redes sociales, los Noles, le da rienda suelta a la creatividad.

Harry, Johanna y Yeana son la sensación en TikTok, plataforma en la que suman aproximadamente 4 millones de seguidores. Aunque también están en Instagram y Facebook, fue en la primera en donde esta familia se dio a conocer con su famoso ‘chacatá, chacatá’, ‘cinco cosas que no me gustan de ti’ e historias de amor y peleas.

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La viralidad les llegó sin imaginarlo, en 2022. El primer video que publicaron en familia se hizo desde la cuenta de Johanna Vivero, en agosto de ese año. Esa filmación, en la que se critican entre ellos, sumó 3’000.000 de reproducciones y más de 202.000 ‘me gusta’. Solo un mes después, Harry Noles decidió abrir su propia cuenta, en la que se autodenomina “el más bonito”. El primer contenido que subió, y que aparece bailando, alcanzó 1’400.000 visualizaciones y más de 100.000 ‘likes’. Su vida de influencers había empezado.

Pese a esta ‘lluvia’ de interacciones y sumar fans en países como México, Chile, Perú, Colombia, España, entre otros, ellos aseguran no sentirse famosos. “Es verdad, sabemos que somos influencers, pero no por eso nos creemos más”, sostiene Harry, quien tiene 57 años. Para ellos ser humildes y auténticos es su carta de presentación.

Una muestra de ello es que, pese a su influencia y notoriedad, siguen siendo los productores de sus videos. Y, aunque parezca increíble, sin mayor producción. No usan trípodes ni luces. Colocan el celular en una estantería que está al ingreso del local y ahí grababan, explica Johanna (23).

El odio les ‘resbala’

Estas publicaciones, que suman millones de reproducciones en las diferentes cuentas de redes sociales que administran, han sido motivo de aplausos, pero también de duras críticas.

De Johanna y Harry se han burlado desde su forma de hablar (dificultad para pronunciar letras como “p”, “d”, “r”, entre otras), hasta en la diferencia de edad que tiene la pareja, e incluso de los envases plásticos en los que se sirven la comida (no utilizan platos).

Aseguran que, pese a que sí se incomodan, se han acostumbrado a no ‘pararle bola’ a los comentarios mal intencionados. “La gente habla porque quiere, porque no nos conoce, pero ya sabemos a qué responder y qué dejar pasar”, afirma Vivero.

Pero lo que no perdona ella es que se burlen de Yeana, de 5 años. “Con mi hija no se metan”, dice Johanna en uno de sus videos. No perdona ningún tipo de ataque.

Vivero y su pequeña son oriundas del cantón San Lorenzo, en Esmeraldas. La violencia que golpea a esa provincia las obligó a buscar una mejor vida fuera de su ciudad natal. Es por eso que encontraron en Cuenca su nuevo hogar, y en Harry al complemento de su familia.

Sobre lo que dejaron en el pasado no es algo de lo que suelen hablar, menos compartir con otros. De hecho, Harry y Johanna no responden a preguntas relacionadas con su familia, su educación e ingresos que generan.

Éxito que ‘para la olla’

Aunque no divulgan cuánto ganan por sus contenidos, por seguridad, reconocen que la generación de videos en las redes sociales ha mejorado su calidad de vida. En esta pareja, aunque los dos hacen de todo, los talentos están definidos. Noles, al negocio, Vivero, al contenido para TikTok.

Sobre el local comercial en el que venden calzones, calzoncillos, medias, pijamas y más, Harry asegura que el reconocimiento no ha incrementado significativamente las ventas. EXTRA constató durante su visita que hasta familias enteras, que están de paso por la capital azuaya, llegan al comercio para adquirir prendas (que quizás necesiten o no) y aprovechan para tomarse fotos con los influencers, a pesar de esto, Noles cree que más ‘sacan’ con publicidad.

Sus ingresos están sostenidos por el trabajo con marcas publicitarias, reproducciones e incluso con contratos con personajes políticos, con los que ya están trabajando, a propósito de las próximas elecciones generales. Esto les está abriendo puertas, aseguran.

Y los beneficios de su popularidad, a través de los ingresos, están a la vista: Johanna, hace poco, se realizó un diseño de sonrisa y se puso ‘chichis’. Ahora espera una cirugía de nariz y de ombligo.

Además, Yeana ha sido contratada por una marca para realizar producciones en Estados Unidos. Este aliado está gestionando la solicitud de visa, por lo que están a la espera de que dentro de poco conozcan, como dice Vivero, “Nuvayur”. Esto sería un sueño hecho realidad para ellos.

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