La caída que sufrió la presentadora y actriz Érika Vélez durante la premiación en vivo de MasterChef Calebrity 2, la noche del lunes 24 de marzo, sigue dando de qué hablar. Todo habría sido ocasionado por los altísimos zapatos que llevaba puestos durante aquel incómodo momento, que se enredaron en la alfombra.

La conductora manabita, conocida por su estilo de vestir, calzaba zapatos de 15,5 centímetros de alto, de la casa italiana Valentino Garavani, modelo Tan-Go, confeccionados en cuero y charol, valorados en 1.400 dólares.

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Vélez bromeó con EXTRA al decir que “con esos zapatos casi llegó a medir dos metros”. Su altura de 1,65 metros, sumada a los tacones, la llevó a alcanzar los 1,80 metros, lo que dificultó su capacidad para levantarse rápidamente cuando cayó al suelo. Fueron el chef Jorge Rausch, Álex Vizuete y Shany Nadan, ganadora de la competencia gastronómica, quienes la ayudaron a incorporarse.

Parece que el exceso de altura y la superficie del escenario fueron factores en su caída frente al público, mientras entregaba los premios a los finalistas.

En varias ocasiones ha tenido caídas similares

Tatiana Zambrano, madre de Érika y panelista del programa Reinísimas, aprovechó la ocasión para recordar que lo ocurrido no es el primer incidente de ese tipo en la vida de su hija. Según le comentó a este Diario, en varias ocasiones la animadora ha tenido caídas similares y, en algunos casos, incluso se ha visto obligada a utilizar una bota ortopédica para recuperarse.

“Ya está acostumbrada. Yo también me caigo constantemente”, reveló la madre, al recordar las veces que Érika se ha resbalado.

“Estuvo usando una bota ortopédica durante tres meses y se sometió a fisioterapia. Una vez se rompió el labio al salir de la ducha. Y en otra ocasión pisó mal al salir de su casa. Eso es algo que me pasa a mí también”, detalló.

No se estaba robando el show

Shany, ganadora del reality de cocina, mencionó que las alfombras del escenario, al no estar correctamente colocadas, hicieron que Vélez pisara mal, explicación que fue acogida por la mamá de Érika, quien añadió que la animadora estaba preocupada y triste porque no quería que los seguidores piensen que se estaba “robando el show”, ya que Shany era la protagonista. La mayoría de los zapatos de la animadora manabita, de 42 años, pasan de los 10 puntos.

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