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Farándula
Emilio Pinargote: “La frontalidad está en mi ADN”
El presentador ha realizado varios cambios en su vida, desde hace 7 años cuando encontró el amor. El más reciente es que dejó de beber alcohol
Emilio Pinargote es fiel creyente y testigo de que los cambios en una persona sí existen. El presentador de ‘De boca en boca’ dejó la polémica desde hace siete años, cuando ya nadie apostaba por él. Su nombre era muy ‘sonado’ y la prensa rosa quería obtener entrevistas con él, pero por los ‘pitos’ que protagonizaba.
No fue hasta que Gabriela Piñeyro llegó a su vida y todo cambió. Se casaron en 2017. Ya tienen dos hijas: Isabella e Irina, y su bebé Lorenzo que viene en camino.
“Estaba sumergido en ‘dimes y diretes’. Llegó mi esposa y se atrevió a caminar conmigo cuando no era negocio para nadie. Ahora lo pienso, y como padre, si mi hija dijera que se va a casar o que está saliendo con el Emilio que era años atrás, le diría que está loca”, cuenta.
Muy aparte del amor, también llegó el trabajo en TC Televisión y su cercanía con Dios, todo eso provocó que encuentre un rumbo.
Muchos panas (entre comillas) quedaron en el pasado y su concepto de amistad cambió, por eso en el mundo de la televisión solo cuenta con Marlon Acosta, Pablo Mario Ansaldo y Miguel Cedeño.
“No tengo muchos amigos, pero tampoco soy un tipo que va por la vida coleccionando enemigos, eso no te deja avanzar y continuar. Guardar cosas feas en el corazón te termina lastimando. He conocido gente muy valiosa, pero las palabras amigo y amor se prostituyeron tanto que ahora cualquiera lo es”, dice el guayaquileño.
A sus 34 años es consciente de que se merecía todo el ‘palo’ que le dieron en redes sociales. Actualmente, no se molesta con los detractores, ya que respeta el pensamiento de cada ser humano y explica que cambiarlo es imposible.
“Creo que el tener la conciencia tranquila y la satisfacción de que fuiste un poquito mejor que ayer te permiten dormir en paz”, detalla.
Su familia lo mantiene centrado. Con Gabriela se convirtió en padre de Isabella e Irina, antes de eso tuvo a Fiorella, Samantha y Martina, fruto de otras relaciones sentimentales.
Emilio le contó a EXTRA tres aspectos de su vida: personalidad, familia y la farándula.
SU PERSONALIDAD
“Ser frontal me ha traído problemas. Muchos catalogan mi frontalidad como malcriadez, que soy pedante, pero es algo que está en mi ADN y con eso no negocio”.
“He tratado de ser más tolerante, aunque la verdad soy muy intolerante ante las injusticias (...) No soy bueno para aparentar, se me nota en la cara”.
“Tengo tres meses sin beber alcohol. El café es algo que me encanta tanto que me tomo cinco tazas al día”.
“Me quisiera tomar un café en el ámbito político con Guillermo Lasso y Jaime Nebot. Si es periodístico con Carlos Vera. En lo deportivo, sería con los futbolistas que fueron glorias y hoy son olvidados”.
“Un día me levanté y dije: ‘hasta hoy tomé’. Han existido reuniones y eventos, pero no. Lo hice porque soñé tanto en tener un hijo y no quiero que él vea como normal eso y no es que esté mal (...) Hablo de hacer las cosas bien y debo poner el ejemplo. Puedo decir que me siento ‘bomba’, me divierto así. No critico a quien lo haga”.
“El baile no es lo mío. La gente me dice: ‘qué lindo, pero qué feo que baila’ y me muero de la risa. Cuando te ríes de tus defectos la gente goza contigo”.
“Hace años dije que quería ser presidente del país, y no es que me arrepiento, pero la pandemia me enseñó a no planificar y vivir el presente”.
LA FAMILIA
“Es mi sexto hijo. Estoy feliz y contento porque ese fue el anhelo de mi esposa (Gabriela Piñeyro) desde que nos comprometimos. Ella quería tener tres bebés. Primero Isabella, Irina y ahora Lorenzo. Siempre tuve el anhelo de tener un varón y creo que viene en una etapa bonita de mi vida donde prima la madurez. Con ese nos quedamos”.
“Mis creencias no van con eso de la vasectomía ni la ligadura, pero hay otros métodos naturales que de ley los vamos a utilizar”.
“Se llamará Lorenzo, me encanta ese nombre porque es un santo que siempre fue fiel a sus principios, a sus ideales y me gustó mucho su vida, de hecho, su muerte fue trágica porque fue martirizado en una parrilla; sin embargo, no se doblegó ante nada y creo que eso hace falta en este mundo tan consumista. No quiero tocar más el tema porque luego me van a cercenar las redes sociales por esto”.
“Llevo 7 años dándole a la gente lo que yo creo. Conversamos con mi esposa y damos lo que ellos necesitan (seguidores), pero el resto nos lo guardamos puertas adentro. Lo más valioso es la familia”.
“No soy serio, al contrario, soy payaso. Llego al trabajo y me encanta fregar, pero hay momentos para cada cosa. En la casa soy el relajado, la de las normas y de retar a todos es mi esposa”.
“Trato de que mis hijas no me vean como papá, sino como un amigo, porque el primer título ya lo tengo ganado. Quiero que ellos me cuenten su día sin miedo, así haya sido bueno o malo”.
LA FARÁNDULA
“Mi ingreso a ‘De boca en boca’ es un proceso. Las decisiones no las tomo yo, sino los directivos (...) demostré que soy conductor, animador y presentador”.
“Manejo la farándula como lo hice toda mi vida y creo que eso es algo que el productor Marlon Acosta respeta muchísimo”.
“No me meto con nadie, a mí no me pagan un centavo más ni menos por destruirle la vida a alguien. En el programa se puede decir que soy el moderador de buscar la paz y cuando son temas que siento que no aporta mi comentario, trato de mantenerme al margen para no dañar”.
“No voy a hacer polémica con nadie, no voy a hablar de alguien o a ofender. No soy quién para juzgar”.
“Cuando estuve del otro lado, hace 7 años, y era de quien hablaba la prensa rosa, aprendí que fue culpa mía, no era de los programas de farándula, de los reporteros o los comentaristas porque soy yo el que dio de qué hablar”.
“Si la gente entendiera, se daría cuenta de que los programas de farándula no son malos. Si mañana salgo borracho en un carro y me agarra la policía, no voy a pedir a la prensa que me trate bonito cuando cometí un error”.
“Siendo sincero no extraño ser reportero, eso lo hice para entrar a la televisión. Ese rol de reportero fue en el programa ‘Noche a noche con Marián’”.