Conny Garcés siente que dejó atrás todas las ofensas y señalamientos que vivió en ‘Desafío a la fama’. Se despojó de ellos y no va más con esa carga. El segundo lugar que obtuvo, lo está disfrutando plenamente. Asegura que está feliz de haber dado una bofetada con guante blanco a quienes la humillaron y hasta pretendieron dañar su imagen.

Al principio llegué a pensar que no. Cuando pasó todo y lo que me dijeron, no sé si por hacerme daño o hacerme quedar mal, yo decía: “Esto no está valiendo la pena”. Sin embargo, nunca pensé en retirarme como hicieron otros compañeros. Lloré mucho, porque me sentía bastante herida, me sentí humillada, menospreciada, y no podía creer que me estén haciendo eso, sumado a que también me sentía bastante sola. Quizá mi único apoyo fue, en algún momento, la persona con la que pasó algo dentro de la casa, pero al salir, al ver tantos mensajes hermosos del público, siento que cada una de mis lágrimas valió la pena.

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Pensaba mucho en mi mamá, porque las balas son para la gente que trabaja en este medio, pero quien las recibe siempre va a ser la familia, en este caso mi mamá y mi hermano. Lo primero que hice al salir de ahí fue abrazarla y pedirle perdón por toda la exposición, porque fui egoísta cuando me hicieron la propuesta, no pensé en lo que se venía.

Sabía que iba a haber peleas y exposición, pero no pensé que se iba a dar todo lo que sucedió. Para mí, el desafío no eran los retos de talento, sino la convivencia, sumado a eso que existían diferencias muy marcadas, por ejemplo con Carolina Jaume desde antes de entrar a la casa. De ella salió la frase “Nunca vas a pisar Ecuavisa”. Me alegra, estoy feliz y orgullosa de decir que di una bofetada con guante blanco. Pisé Ecuavisa y siento que lo pisé con fuerza. A pesar de los años de trayectoria que hablaban (otras personas), la trayectoria no certifica siempre el éxito. Existimos personas nuevas que podemos deslumbrar no necesariamente teniendo una vida tan polémica.

Sentí vergüenza. Sabía, hasta cierto punto, que al entrar ahí esa sería un arma para atacarme, pero no pensé que iba a ser de esa manera, porque no fue una, fueron muchas veces y todos prácticamente. Sí me dolió mucho, no pensé que se iban a agarrar tanto de eso, pero al mismo tiempo después de que lo dijeron, sentí que ya no tenían nada más con qué hacerme menos. Ahí se les acabó.

Creo que gracias a todo lo que dio el público. Esa etiqueta a mí me la ponen en un programa online y yo demandé al dueño de ese programa. Nunca se presentó, faltó a todas las audiencias y a pesar de que el caso prescribió, siento que ahí también gané, porque si tienes razón y pruebas de lo que estás diciendo, te presentas.

La etiqueta que me puso ya me la quité, me la quitó el Ecuador. Para mí, fue un hasta aquí, se terminó, abro un nuevo capítulo en mi vida.

Nada pasa por casualidad. No sé si fue el karma, incluso para todos, porque siempre me dijeron que una nueva no podía llegar a la final. Quizá fue karma, una cachetada de la vida, de castigarlos con sus propias palabras, pude ver cómo salieron uno a uno. No me siento mal de haber llegado a un tú a tú entre Diego y yo. Reconozco que tiene sus años y su público, pero demostré que yo también tengo el mío.

Él fue el ganador del premio monetario pero yo gané al público, gané todo, me gané el corazón de los ecuatorianos y de muchas personas más fuera del país. Incluso de El Salvador me escribieron, un país donde pensé que no me querían. Soy la ganadora en el corazón de muchos y me quedo con eso.

Nunca hay que decir “de esta agua no he de beber”, pero me encantaría probarme en otras cosas que no he hecho. ¿Por qué no estar en un matinal? Sería un reto para mí.

Me sentí muy herida por él. Ese es un error que tengo: confiar en las personas. Se disculpó al final, sin cámaras. Yo le dije que ya lo había perdonado, porque el perdón es de uno. Sí me sentí herida, lastimada, lloré mucho por lo que él hizo, me sentí sola y marginada, pero ya lo solté.

Esa propuesta existió desde el mes de abril, cuando buscaban a la quinta hacker. Puedo ser profesional y trabajar con esa persona, pero no verían de mí un abrazo. Ni siquiera permitiría unas disculpas públicas, a estas alturas no, ya sería un show y de mi vida personal no hago show. Siento que fue por él que se dañó mi imagen, por él que pasé momentos muy duros y fue por ese señalamiento que antes rechacé propuestas, pero siento que ya me despojé de eso y de mí no tienen qué más hablar.

A mí misma, para quemar a esa Conny que quisieron humillar, que buscaron menospreciar. Esa Conny herida, quemando todo lo malo que viví dentro de la casa, empezando un nuevo año siendo otra mujer. Y por qué no, quemando también ese título que quisieron ponerme. Al 2024 me traigo lo lindo que tuve después de que salí del reality, el apoyo, el cariño, el respaldo y respeto que me han dado personas que no me conocen, sumado a todo lo que venga en trabajo, que vengan oportunidades maravillosas. Espero que sea así.

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