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Carla probó el tigrillo hace 5 años, su sabor la enamoró.Cortesía

Carla Sala: ¿Encebollado? "No, gracias" Solo 'le hace' al tigrillo

En casa de la bailarina y animadora no hubo la costumbre de comerlo, pero si otros platos típicos

El secreto mejor guardado de Carla Sala quedó al descubierto. Hace poco, descubrió el sabor del tigrillo, un plato cuya base es el verde y que, por lo general, los ecuatorianos incluyen en su desayuno.

La bailarina, de 56 años, contó que cuando trabajaba en ‘De casa en casa’ de TC Televisión, sus compañeros, entre ellos Jasú, siempre comían ese platillo, hasta que tuvo la oportunidad de probarlo y quedó enamorada de su sabor.

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“Del tigrillo no tenía ni idea. Lo probé, creo que hace cinco años, ¡y qué delicia! En casa no somos fans del verde, pero sí del maduro frito, arroz con menestra, carne, cremas, legumbres”, comentó entre risas la animadora.

La animadoraCortesía

Tampoco come bolón, y mucho menos encebollado, receta que no le llama la atención porque nunca la prepararon en su casa. Desde pequeña, creció con otro tipo de alimentos.

“Mi papá, que siempre andaba viajando, llevaba comida, pero no mucho con verde. Mi mami no es de encebollado ni de hacer ese tipo de comida, entonces nunca tuvimos la oportunidad de probarlo”, explicó. Cuando participó en ‘MasterChef Celebrity 2’, Carla preparaba platos que aprendió en su hogar y que, sin ser complicados, fueron del gusto de los jueces. Sin embargo, la receta de Picadillo, a base de aceitunas y carne molida, le costó la eliminación.

Ceviche, la mejor opción

La costumbre de no comer encebollado se extendió a su hija Carla Bruno, quien admite que siempre escogerá otra opción. A diferencia de su mamá, le encanta el bolón, tigrillo y corviche, los cuales aprendió a preparar, pero a su estilo, saludable, para alimentarse mejor.

"Del tigrillo no tenía ni idea. Lo probé, creo que hace cinco años, ¡y qué delicia!"Carla Sala

“El encebollado no lo odio, lo podría comer, pero si me ponen otra opción como el ceviche, lo prefiero mil veces. La primera vez que lo probé fue en el 2020. No me disgustó, pero no es algo que pediría”, comenta la hija de Carla.

Tampoco ‘le hace’ a la guatita ni al caldo de salchicha, porque en su hogar nunca compraron ni la incentivaron a comerlos. Su mamá los conoce, pero no los come.

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