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Virginia Limongi, Tahis Paniz y Doménica Alessi, opinan sobre los atributos de una reina de bellezaGranasa

La belleza física no es suficiente para ser considerada una verdadera reina

El concepto en los reinados ha evolucionado y no se queda solo en destacar lo bello, sino que conlleva una serie de detalles para ser una soberana

Claro que creció en certámenes de belleza, entre pasarelas y coronas, pero lo que verdaderamente la hizo crecer como persona fue lo que hay detrás de estos concursos. Y es que en ellos, dice la Miss Ecuador 2018, Virginia Limongi, no solo se busca a una mujer hermosa, sino empática.

Para la también presentadora, la belleza es sugestiva, porque no solo se encuentra en lo externo, sino en acciones.

“No solo se fijan en tu aspecto físico, sino que tengas una labor social, que seas cercana a la gente (...) Puede que en la pandemia se haya visibilizado más la labor social porque todos buscaban precisamente la empatía, pero esto ya venía desde hace años en las organizaciones”, explica.

Y es que, al parecer, se dieron cuenta que así como la moda cambia, la mentalidad de las personas también. “Para qué tener una Barbie, cuando puedes tener una vocera”, añade.

En su caso, el ayudar a las personas la hizo continuar en dichos concursos hasta convertiste en Miss Ecuador. Su primer caso le cambió la vida y tocó su corazón.

“Conocí una fundación de niños y jóvenes que fueron abusados sexualmente y como era una niña de 18 años mi papá me llevó para tocar la realidad y saber que no es necesario pasar por eso para comprender”, explica.

​Misses Ecuador, organizadores, directores y concursantes opinan sobre lo que verdaderamente se busca en una representante

Para Virginia, su paso por aquel lugar y conocer sus historias hizo que confirmará lo que quería hacer: ayudar al prójimo.

“Mi papá me dijo que nadie se va a acordar de Virginia por ser una reina de belleza. ‘La gente solo se acordará de ti cuando tú hayas dejado algo de ti en ellos’, me recalcó. Fue cuando también recordé a mi mamá, quien siempre me dice que ¿para qué me sirve ser bella si con la edad se va? Y fue cuando entendí todo. Marcó un precedente en mi vida y hasta la actualidad visito la fundación”, narra.

El ver a niños con traumas y recuperándose de heridas por violación, muchos de ellos sin poder caminar del dolor, era un golpe duro a la realidad.

“A veces se critica el que las reinas hagamos una fiestita con los niños o les regalemos juguetes, pues muchos dicen que eso no cambiará nada, y puede que sí, que no cambie nada, pero estamos creando recuerdos del que será, quizá, su primer juguete”, agrega.

Tener cualidades

Sandra Vinces, Miss Ecuador 2009, piensa que la frase dada por EXTRA: “Concurso de belleza, más que belleza”, significa que el concurso va más allá de lo físico.

“La belleza física no es suficiente para ser considerada una verdadera reina, sino que también se deben tener cualidades o habilidades que la distingan de los demás. Aunque la belleza física puede ser impresionante y cumplir con lo que generalmente está aceptado por la mayoría (estereotipos), no es necesariamente lo más importante en una persona o en este tipo de competencias”, dice.

Para ella, el tener cualidades como ser inteligente, la habilidad para comunicarse efectivamente, el carisma, la personalidad, la ética de trabajo, la capacidad de liderazgo y la empatía, pueden ser igualmente importantes o incluso más importantes que la belleza física.

Cambios de una década

La directora de Reina de Guayaquil, Tahiz Panuz, explica que la belleza es sugestiva y tangible, pero cuando ya se conoce a alguien se ve más allá de lo lindo que te pudo mostrar.

“Veo a muchas chicas mostrando su lado humano en cada etapa del concurso, muestran su talento y les damos la plataforma necesaria para que saquen sus dones y que sus familias vean que pueden cumplir sus sueños. Me encanta que se quite ese estereotipo de certámenes de belleza física y lo hacemos global, con esa belleza que solo se puede sentir”.

El jefe de operaciones del Concurso Nacional de Belleza Ecuador (CNB), Miguel Panuz, siente que el cambio inició con más fuerza hace 10 años, pues se tornó a ya no ser una preparación de reinas, sino a ser una escuela de vida. Explica que, por ejemplo, en el Reina de Guayaquil se les inculca mucho la salud mental y espiritual.

“Ahora ya en los concursos se califican muchos cosas como talento. En el Miss Mundo hay una prueba deportiva, hay una competencia en traje de baño para ver el trabajo de su cuerpo deportivamente y no con cirugía, aunque no se está en contra de eso, pues si eso las hace sentirse mejor y verse mejor está bien”, señala.

​Miss Mundo inició con el cambio de los certámenes al dar prioridad a la personalidad y enfocando las tareas de las concursantes en actividades de ayuda humanitaria

Además tienen que ser muy activas en las redes sociales. Agrega que precisamente por lo avanzado de la tecnología y que muchas personas puedan ser crueles con sus críticas en redes sociales es que se prepara anímicamente también a las candidatas.

“Los concursos han tenido un enfoque que evolucionó. Miss Mundo lo inició y los otros certámenes lo fueron replicando, ya que ellos ayudan a gente por todo el mundo como en África”, añade.

Precisamente una de las concursantes de CNB Ecuador, Doménica Alessi, representante de Pichincha, manifiesta que para ella la belleza no es cosmética, sino cósmica, de cómo se es con su familia y amigos.

“Tengo mi proyecto social que es brindar cirugías a los ecuatorianos para construir su vida de forma integral no solo a nivel fisco, sino psicológico. Quiero aportar una esperanza, darles una nueva oportunidad. Tengo un caso de una joven que tuvo un accidente de tránsito, perdió su cuero cabelludo y quedó paralizada, estamos dándole ayuda psicológica y le vamos a reconstruir su cabello”.

Aunque es estudiante de Derecho, cree que los derechos humanos no deben ser descuidados y el más importante es el de la salud.  


Algunas reinas dicen que sus casos sociales han marcado su vida, pues las ayudó a crecer como personas