A Yojan Estiven Osorio le dicen ‘Colombia’ de cariño, pues llegó siendo un bebé desde el país del norte, para radicarse en el recinto 5 de Junio, en la vía Milagro, Virgen de Fátima.

Desde muy pequeño demostró su pasión por la pelota y hoy, a sus nueve años, se ha convertido en uno de los máximos goleadores de la escuela de fútbol Alianza de Milagro, que participa en la Copa EXTRA.

Su cabellera rizada destaca entre sus contrincantes cuando tiene que enfrentarlos. El dominio de balón es único y para poder derribarlo, sus oponentes necesariamente tienen que cometer alguna falta.

Juega como volante 5 y desde su posición recupera y distribuye el esférico, para que sus compañeros puedan anotar. A pesar de su corta edad, no se cansa y, por el contrario, corre de un extremo a otro hasta llegar al arco contrario.

Su entrenador, Bryan Haro, dice que “pinta para ser grande por el potencial que tiene. Es muy fuerte, tiene características de fortaleza en sus disparos, es habilidoso y una visión muy buena al momento de tomar decisiones”.

El niño cursa el quinto año en la Unidad Educativa Teniente Hugo Ortiz, en su propio recinto. Entre sus aspiraciones están terminar sus estudios y de ahí, abrirse camino para convertirse en un futbolista profesional.

“Quiero ser como Cristiano. Ir a jugar a París, salir en los periódicos y en la televisión. Cuando sea famoso me voy a comprar un carro y una mansión”, dijo el pequeño futbolista.

“Es un niño que puede cambiarle la cara al partido en minutos, rápido. Ya lo demostró en la categoría sub-12 cuando jugó en Durán y puede llegar a primera categoría por su potencial”, reiteró Haro.

Geoconda Vera, titular de la escuela, recordó que cuando llegó el niño, no tardaron en descubrir su potencial y pulirlo para convertirlo en un excelente jugador. “Domina el balón con ambas piernas y su fortaleza es cuando patea”, indicó.