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El arquero Joaquín Pucheta y el zaguero Christian Cepeda estuvieron cinco meses en las filas del Cumbayá.ARCHIVO / EXTRA

Vuelven las dudas sobre el fútbol ecuatoriano

Cumbayá separó a dos jugadores. El arquero Joaquín Pucheta y el zaguero Christian Cepeda habrían recibido la propuesta de arreglar partidos. Los jugadores analizan acciones legales.

Las sombras de supuestos arreglos de partidos regresaron tras la salida de dos futbolistas de Cumbayá. Los argentinos Joaquín Pucheta (arquero) y Christian Cepeda (defensa) quedaron fuera por faltar al código de ética y convivencia del club quiteño.

“Llegó a nuestro conocimiento, por diferentes fuentes, que personas habían llevado conversaciones con estos jugadores en perjuicio de su equipo, de sus compañeros, del fútbol ecuatoriano. Tratamos de obtener mayores pruebas, con el asesoramiento de nuestros abogados se indicó que deberíamos dar por terminados los contratos”, comentó Romel Tapia, presidente de Cumbayá.

Precisó que calificaron a esta acción como una falta muy grave y al darles a conocer a los jugadores argentinos sobre la decisión del equipo “uno de ellos no lo negó y otro salió del país y envió la renuncia”.

Tapia indicó que no tienen la certeza si se concretó algún acuerdo con el intermediario y si era para uno o varios juegos de LigaPro o Copa Ecuador. “Este es un mensaje que los dirigentes hagamos una sola fuerza para que malos profesionales no estén en nuestros equipos”, enfatizó el directivo.

Además, tomaron contacto con LigaPro y la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) para dar a conocer este suceso.

Pucheta fichó por el Atlético San Miguel de la tercera división argentina y Cepeda por el Royal Pari boliviano.

Al consultarle a Tapia sobre si entregarían información si es requerida por estos clubes dijo que “la información está ahí, les contaremos lo que nos sucedió, siempre con transparencia. No queremos dañar o truncar su futuro, pero deben ser responsables de sus acciones”.

Los futbolistas, por su parte, analizan si toman medidas legales.

ACCIONES CONCRETAS

Esta denuncia generó reacciones en los actores del balompié nacional.

Para Esteban Paz, principal directivo de Liga de Quito, señaló que esto “no es nada nuevo, lo importante es que no quede en una denuncia sin fundamento, sino que se confirme cuál fue el equipo o dirigentes que provocaron este arreglo de partidos”. Agregó que “sin una denuncia clara y formal quedará nuevamente expuesto todo sin ninguna consecuencia”.

Por su parte Carlos Manzur, vicepresidente de la FEF, comentó que esperan una denuncia en firme de parte de Cumbayá para que la Ecuafútbol y LigaPro puedan tomar acciones en este caso.

SEGUNDA DENUNCIA EN EL AÑO

A inicios del mes, Heradio Loor, presidente de Deportivo Santa Elena, indicó que el partido que disputaron ante Unión Manabita de Shushufindi, por Copa Ecuador, fue amañado.

En declaraciones a Digital Fútbol señaló que el 25 de mayo recibió una llamada, “quería ver si hacíamos un negocio con él, que nos venda a dos jugadores de Unión Manabita y al árbitro central Jimmy Miño”.

Loor señaló que el autor de la llamada fue Genaro H., quien en octubre de 2018 fue apuntado en una denuncia de Macará por arreglo de un partido ante El Nacional, que terminó con multa y prisión de 15 meses para el involucrado. (RVF-JLV)