La comunidad ecuatoriana en Chile se prepara con ansias para vivir una jornada histórica. La selección nacional de fútbol, la querida Tri, podría dar el gran paso hacia la clasificación al Mundial 2026, y en Santiago, el fervor es palpable. En las calles de la capital chilena, especialmente en la histórica zona del Palacio de la Moneda, los ecuatorianos caminan con la ilusión de ver a su selección luchar por el sueño mundialista.

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Ramón Cedeño y su esposa Helen, oriundos de Manta, Manabí, junto a sus dos hijos, son parte de esa multitud emocionada. Aunque llevan una década residiendo en Chile, la nostalgia de su tierra natal nunca se va. En sus rostros se reflejan tanto la emoción por la cercanía de la Tri como la melancolía por el país que dejaron atrás.

“Te imaginas ver a tu selección clasificar al Mundial, es algo único”, comenta Ramón, quien sabe que el sentimiento de miles de ecuatorianos se comparte en cada rincón de Santiago. Sin embargo, la mezcla de alegría y nostalgia también se cuela en sus palabras.

“Hablar de Ecuador me trae recuerdos del encebollado, de tantas cosas que se extrañan. Estamos ya preparándonos para ir al estadio”, añade, con una sonrisa que refleja su emoción y a la vez una profunda añoranza.

Extrañan la 'jama' ecuatoriana

Para Ramón, como para muchos otros ecuatorianos en el extranjero, la comida es uno de los recuerdos más fuertes que dejan en su tierra. “El encebollado es algo único, hecho en Manabí, es una de las cosas que más extrañamos”, confiesa con cariño, mientras sus ojos se iluminan al recordar ese sabor tan característico que solo su tierra sabe ofrecer.

Ramón, trailero de profesión, recorre grandes distancias en busca de su sustento, pero siempre con el corazón puesto en Ecuador. Su esperanza, al igual que la de muchos otros, es que el próximo 25 de marzo, la Tri regale un momento inolvidable.

La emoción no se limita a unos pocos. En el centro de Santiago, los ecuatorianos se agrupan, se organizan y se preparan para llenar el Estadio Nacional, donde esperan ser testigos de una victoria que los acerque más a un sueño compartido: ver a Ecuador clasificar al Mundial de 2026. Los días previos a este gran encuentro son una mezcla de emociones, de recuerdos y de promesas de un futuro lleno de esperanza para la Tri y todos los que la siguen, sin importar cuán lejos estén de su tierra.

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