En busca de su primera estrella en la Superliga femenina, Ñañas apostó con todo. Pese a ser de los mejores equipos de la fase de grupos, decidió reforzar su plantel para los playoffs y esta inversión ha dado buenos frutos.

El cuadro capitalino se convirtió en el primer finalista de la cuarta edición del torneo, del que tiene tres vicecampeonatos, y apunta a que esta vez sea la vencida. Además, clasificó por segunda ocasión a la Copa Libertadores y dejó en el camino a otro de los favoritos, Barcelona.

Las toreras tenían en el banquillo a Wendy Villón y en la cancha a varias jugadoras con las que la entrenadora nacional se proclamó tricampeona de la Superliga con Deportivo Cuenca y El Nacional.

Este fue un ingrediente adicional para Ñañas, que se quitó la ‘espinita’ de no haber podido derrotar anteriormente a Villón y sus pupilas. Y lo hizo con autoridad. En la semifinal de ida se impuso 4-0 en Sangolquí, y la noche del viernes igualó a un tanto en el estadio Christian Benítez.

Karen Páez adelantó a las visitantes en el primer tiempo, en un gran contragolpe a los 15 minutos, un duro golpe para las jugadoras del Ídolo.

Las amarillas buscaron con intensidad el arco rival, pero se encontraron con una sólida zaga liderada por Jessy Caicedo, que, pese a la expulsión de Mayerly Rodríguez, pudo controlar los ataques locales. El empate de Barcelona llegó a los 69 minutos, por intermedio de Madelin Riera, de penal.