No ha muerto, ni morirá. La regata a remo Guayaquil-Posorja zarpará la madrugada de este viernes 29 de marzo en su edición número 85, gracias a la iniciativa de los propios 14 equipos en competencia que recorrerán las ya tradicionales 49 millas náuticas, equivalentes a cerca de 90 kilómetros.

La misma falta de recursos hizo que esta vez la categoría cuatro con timonel sea la única en competencia, algo que a decir de los mismos remeros tampoco es del todo negativo, ya que la prueba vuelve a su esencia, pues nació en 1940 con esa modalidad; no en cuádruple, o kayak, modalidades que antes tuvieron cabida oficial o como exhibición.

Y es que remar sin parar por más de seis horas no es un reto que tome cualquier. Para este año, 88 deportistas (entre titulares y suplentes) serán los encargados de integrar las 14 yolas que zarparán a las 02:00 desde el Malecón 2000, a la altura del Hemiciclo de la Rotonda, en Guayaquil.

Llegar a este día no ha sido nada sencillo para los remeros. Christian Franco, integrante de la embarcación Astillero - Cleveland, precisa que han tenido que buscarse los recursos para entrenar, hidratarse y conseguir vitaminas para estar a punto para la extenuante prueba considerada la más extensa del mundo en su tipo y la más antigua a nivel nacional.

“Se han realizado ferias de comida, rifas y muchas otras actividades para de a poco poder suplir las necesidades. En mi caso, mi padre remó y es una tradición que llevamos con nosotros”, precisó. Lo mismo pasa con otros equipos.

Un ejemplo palpable es el equipo de Matador, embarcación integrada por 8 remeros (5 titulares y 3 suplentes), todos con apellido Villamar.

“Esto es la vida para muchas familias. Todos han hecho un gran esfuerzo y es por y para ellos”, precisó José Martínez, titular de la Asociación Provincial de Remo, durante la presentación de la regata en la que estuvieron presentes autoridades de la Federación Deportiva del Guayas y la Junta Parroquial de Posorja, entidades que darán soporte a la prueba.

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Como ya es tradición, este año la regata será en homenaje a un remero emblemático, en este caso Francisco Arroyo Nazareno, deportista que compitió y quedó con ADN en 1984, 1985 y 1987, quien falleció en 2022.

¿Premios al ganador o a los primeros lugares? Ninguno. Ni en la presentación ni de manera oficial se conoció que el esfuerzo del trabajo, para algunos desde enero, será retribuido. Muchos sacrificaron horas de trabajo o redoblaron su jornada para entrenar, pero se desconoce algún incentivo.

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