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Fútbol barrial en Quito: San Carlos ganó el clásico del norte
El torneo se vive con mucha intensidad. Es como si los jugadores dejaran la vida en cada partido. Hinchas y familiares disfrutan en las gradas
En el norte de la capital, una de las rivalidades deportivas más conocidas es la de San Carlos contra Carcelén, equipos que volvieron a verse en una definición el pasado sábado 13 de enero, esta vez por los octavos de final de la Copa Carlos Castañeda, el emblemático torneo de selecciones barriales que realiza la Federación de Ligas de Quito, y que lleva el nombre de quien fue su primer dirigente.
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El estadio de Carcelén fue el escenario para la revancha entre estos equipos, que en la ida ya habían dado cuenta de la intensidad con la que vivían la llave, pues empataron 3-3 en un reñido cotejo en la cancha de tierra de la Liga San Carlos.
El empate del primer partido hacía prever que el duelo de vuelta sería ‘a muerte’. Y así fue. Cada pelota fue disputada a pura velocidad, fortaleza física y desafiando la cancha en el caso de los jugadores de San Carlos. Ellos, acostumbrados a jugar en tierra, padecieron en el césped y debieron poner a prueba su resistencia. “Estábamos con las justas, pidiendo agua, oxígeno, pero dando todo por ganar”, comentó después Paul Atiaja, el goleador de la jornada.
Los goles tampoco faltaron en esta revancha. Carcelén abrió el marcador cuando Anthony Rodríguez conectó de cabeza un centro, dejando sin reacción al portero de San Carlos, quien solo alcanzó a ver pasar el balón al fondo de la malla.
Poco después, el ya mencionado Atiaja tuvo su primera aparición para poner el 1-1 a través de un tiro penalti, por una falta en el área sobre Danilo Pucuji.
El empate no cambió el panorama. En el barrio no hay estrategias, hay que seguir atacando con todo. Ese espíritu hizo que San Carlos marcara el segundo, cuando Luis Vera recibió en el costado izquierdo y, atacando el área, envió un potente disparo cruzado imposible para el arquero local.
HARTA PELOTA
Pero la misma actitud de los hombres de Carcelén pondría la igualdad en el primer tiempo. Esta vez Jorge Guerrero, a pura técnica, la escondió en el área y generó la pena máxima, siendo él mismo el ejecutor para el 2-2 con el que se fueron al descanso.
En el segundo tiempo, la selección de Carcelén salió motivada y ganó la posesión, aunque le faltaba claridad en zona ofensiva, algo que, por su parte, San Carlos fue ganando con el ingreso de John Calderón, un hábil extremo sobre la izquierda que se volvió una pesadilla para la defensa local.
Tras probar Calderón un par de remates individuales y estar muy cerca de marcar, la jugada definitiva llegó gracias a la acertada aparición de Atiaja. El 20 de San Carlos estaba parado junto a la jugada para solo empujar una pelota que su talentoso compañero había rematado y el arquero de Carcelén contuvo, pero dejando el rebote. El mediocampista no perdonó y puso a festejar a los vecinos que asistieron.
“Uno es volante, pero siempre con la perspectiva de buscar el gol. Estuve ahí justo para poder marcar”, contó al final el anotador, algo incrédulo de su protagonismo, pero con la satisfacción de haber entregado el triunfo a su barrio. “Es un gusto también por ese respaldo de la gente. Nos llena de orgullo ver que ellos nos vienen a apoyar siempre, no nos han defraudado nunca”, dijo.
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