El levantamiento de pesas se convirtió en una disciplina histórica para el país tras las medallas de oro y plata obtenidas por Neisi Dajomes y Tamara Salazar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020+1.

Pero los cambios en este deporte, tras los repetidos casos de dopaje, hicieron que para el camino a París 2024 las categorías se reduzcan, desapareciendo las de 76 y 87 kilos, donde compitieron Neisi y Tamara, y provoque que las dos halteristas tricolores queden en la nueva serie de 81 kilogramos.

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A mediados de 2022, las amigas conocieron que debían enfrentarse por obtener el único boleto del país a la cita en la capital francesa. Tanto Dajomes como Salazar señalaron que era difícil tener que disputarse el cupo, pero que es parte del deporte. A Tamara le resultó más fácil al inicio bajar peso para llegar a su nueva categoría, mientras que a Neisi le costó subir.

A finales de 2022 tuvieron que medirse en la plataforma en el Mundial que tuvo a Colombia como sede. Ahí se reflejó que Salazar tuvo una mejor adaptación y se llevó la medalla de plata. A la par, las lesiones empezaron a afectar a Dajomes, que había decidido tener una pausa al mando del entrenador ruso Alexei Ignatov, y Walter Llerena tomó su preparación.

En esta carrera tricolor, Tamara dio otro golpe al llevarse la clasificación a los Juegos Panamericanos Santiago 2023, tras imponer una marca de 266 kilos en total en el Grand Prix de La Habana, Cuba, donde Neisi llegó a los 260. En la cita panamericana, Salazar no pudo participar al presentar una lesión lumbar en el calentamiento, que le marcó por el resto del recorrido en la lucha por ir a París.

A inicios de 2024, Dajomes se reencontró con Ignatov de cara al reto final para determinar a la tricolor que estaría en los Juegos Olímpicos. El especialista ruso fue clave en la mejoría de Neisi y su primera medida fue que junto a su hermana, Angie Palacios, formen parte de una concentración en Galápagos.

Durante una semana, el entrenador se puso a recuperar las rodillas de las deportistas, que dijo “estaban acabadas” y a planificar la hoja de ruta hasta el Mundial de Tailandia, donde se definiría a la clasificada.

A la par que Dajomes mejoraba, Salazar no lograba superar la dolencia lumbar que le impidió estar en el Panamericano desarrollado en Venezuela, a finales de febrero, donde Neisi empezó a dar muestras que recuperó su nivel al coronarse como campeona con un total de 262 kilos e imponiendo récord en arranque.

Dajomes tenía claro que para el Mundial que se desarrolla en Tailandia, tenía que mejorar su salida en el envión y en eso enfatizó su trabajo con Ignatov, quien tenía plena confianza que su pupila conseguiría el cupo olímpico.

Y así se dio la madrugada del martes 9 de abril cuando Salazar solo salió a la presentación del grupo B y no compitió, al seguir con el problema en la espalda, mientras que Neisi se llevó oro en arranque (123 kg), bronce en envión (146 kg) y oro en el total con un registro de 269 kilogramos que fue el mayor galardón, ya que le permitirá defender su título olímpico.

Un premio a la constancia de Dajomes que nunca dejó de confiar en sus capacidades y que en la cita mundialista reflejó que será la rival a vencer en París.

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