La ciclista tricolor Natalia Vásquez vive su primera experiencia en Europa en la escuadra portuguesa Matos Mobility-Optiria, que se fijó en sus condiciones para que realice una pasantía de dos meses.

Desde finales de agosto, la imbabureña de 19 años se encuentra en Santa María da Feira, ciudad sede del equipo, y donde trata de adaptarse a una forma muy distinta de correr en comparación a la ecuatoriana o latinoamericana.

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“El objetivo principal de esta experiencia es aprender muchísimo, de cada carrera sacar lo mejor y ver cuál es la diferencia del ciclismo acá en Europa, porque el nivel sabemos que es mucho más alto y bueno dar lo mejor de mí para poder llegar a codearme con las mejores”, comentó Naty a EXTRA.

Bajo esa premisa, la pedalista, que cuenta con varias experiencias internacionales representando a Ecuador en las modalidades de ruta, pista y montaña, tuvo ya su primera prueba, durante la última carrera de la Copa Portugal.

También formó parte del Tour Cycliste Féminin International de l’Ardèche, en Francia, y de la Volta a Portugal, que contó también con la participación de otras ecuatorianas como son Miryam Núñez (Massi Tactic, España) y Marcela Peñafiel, compañera de Vásquez en el Matos Mobility - Optiria.

Para llegar al conjunto portugués el contacto se dio a través de la Asociación de Ciclismo de Pichincha y el entrenador Edwin Telenchana. El resto será de parte de Natalia que en Ecuador forma parte del Movistar Best PC, con el que ha conseguido varios podios en competencias locales y que anhela con poder regresar el próximo año al viejo continente.

Así lo entiende la segunda hija de la familia Vásquez Amaya. “Para mí esto era un sueño que lo veía bastante lejos la verdad, pero estoy súper contenta de haberlo logrado y ahora solo me queda aprender y esperar volver la próxima temporada a Europa”, dijo la joven ciclista.

NUEVA VIDA

Lo más complicado de la adaptación a vivir lejos de sus padres: Carolina Amaya y Diego Vásquez, y su familia no fue enfrentar al pelotón, la comida o la disciplina del equipo, sino el cambio de horario.

Sin embargo, superado esto se acopló a la vida, entrenamientos y competencias en Europa. “Mis papás están contentos porque saben que estoy cumpliendo un sueño, creo que me extrañan un poco (sonríe), pero saben que estoy bien haciendo lo que me hace feliz”, comentó.

Tras esta experiencia en el Viejo Continente, Naty, como la conocen en el entorno familiar, seguirá pensando en volver hasta poder cumplir su gran sueño de ser parte de un equipo profesional y competir en afamadas carreras como el Giro Rosa, el Tour de Francia o la Vuelta España femeninas.

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