¡Gracias urkus (montañas)! Fue la expresión de Daniela Calapiña, joven andinista de origen Puruhá, al coronar este domingo, 5 de noviembre, la cima del volcán Cotopaxi (5897 msnm).

Daniela esperó dos años para ascender al ‘Cuello de Luna’, nombre del coloso en su traducción al español. Por el proceso eruptivo que mantuvo el volcán estuvo cerrado para los visitantes hasta el pasado mes.

“Le fue fácil, no tuvo ningún contratiempo”, asevera Manuel Calapiña, padre de Daniela y por quien la joven se encariñó con el deporte desde los siete años. Según cuenta, la niña esperaba ansiosa su llegada para que el guía de montaña le mostrara las fotos de los lugares visitados.

Daniela llegó a la cima con su padre y otros treinta montañistas, entre los que se encontraba Karl Egloff, montañista suizo ecuatoriano, poseedor de varias marcas mundiales.

Este es el quinto coloso que se suma a la lista de ascensos de Daniela. A los once años conquistó el Carihuairazo (5018 msnm); a los doce, El Cayambe (5790 msnm); a los trece años, el Iliniza (5248 msnm); y a los 14 años, el Chimborazo, (6310 msnm) el punto más cercano al sol.

Manuel seguirá apoyando a su hija en este deporte. “Su amor por las montañas en infinito, sus ojos se iluminan cuando habla de ellas”, insiste, aunque muchos de sus coterráneos en Pulinguí, comunidad indígena de Chimborazo, no entiendan su afición.

Por el momento, realiza sus entrenamientos con varias ascensiones y carreras. En la última se coronó campeona en los 34 K del Trail Run del país.

La cúspide el Aconcagua es su objetivo. Su primer intento el pasado mes de febrero fracasó debido a las condiciones climáticas, sin embargo Daniela no pierde la esperanza y sigue con su sueño de ser la mujer más joven en conquistarla.