Le dicen doctor, conde o presidente, pero frente al micrófono es simplemente Mario Canessa, director del programa deportivo ‘Los comentaristas’, de las radios Caravana y Diblu.

Fue futbolista, dirigente de tenis y de la Ecuafútbol, pero también banquero y empresario. Todo en uno.

Hace una semana ‘sopló’ 37 velas por Caravana, radioemisora que fundó para los ‘viciosos’ a los deportes.

¿Tenista o futbolista?

De todo. En la radio primero fue con el tenis, pero en 1998 comenzamos a hacer ‘Los comentaristas’ para el Mundial de Francia, eso gustó y empecé a prepararme para hablar del fútbol. Antes solo hablaba de tenis.

¿Lo más ‘bacán’ que le ha dado la vida como comentarista?

Ser apreciado por lo que uno hace en el programa es algo que no tiene precio, pero también he palpado que algunos deportistas y dirigentes no compaginan con mi criterio, sin embargo, cuando nos vemos frente a frente, nos saludamos con respeto. Una cosa es dar una opinión y otra es ver si les gusta o no.

¿Hay diferencias entre el Canessa empresario y banquero del comentarista?

Es un cliché lo del banquero, porque uno anda enternado y con buen carro, ese trabajo es una gran responsabilidad, porque a veces hasta no duermes, debido a que andas con plata ajena, pero cuando me liberé de esa función todo fue diferente, porque me dediqué a esta pasión por el periodismo y le puse las mismas ganas.

¿Cuál es el secreto para mantenerse como número 1?

Unirse con un grupo humano importante. También ser sincero y decir la verdad es bueno, la gente sabe más que nosotros y verá a quién escoge. La originalidad es la esencia.

Misión cumplida.

No, jamás decir ‘misión cumplida’, porque me embarco en cualquier caravana para avanzar. Si mañana me toca realizar otra cosa, tenga la seguridad de que lo haremos.

¿Qué le falta a Mario Canessa en la radio?

Estar siempre actualizado y escuchar mucho a las personas y a la competencia. Pero la primera y gran competencia es uno mismo, por lo tanto, hay que ponerse retos para mejorar cada día.

‘Los comentaristas’ es el desayuno deportivo.

Las gracias a todos los que hacen posible que el programa sea escuchado no solo en Ecuador, sino en varias partes del mundo. La tecnología hizo que nuestra voz llegue, gracias a los teléfonos móviles, a las manos de ecuatorianos en países que uno ni se imagina y eso es un regalo de la vida.

Libros, deportes y micrófono.

Es una combinación que me gusta y ha funcionado. Esto es parte de la vida que uno quiere compartir con la gente que nos sigue y escucha.