La historia de Luisa Elizabeth Valverde, la luchadora ecuatoriana que estuvo en los JJ. OO. de Tokio 2020, está llena de adrenalina. Es una vida de superación, después de tener problemas con el alcohol cuando era pequeña en las calles de su querida Babahoyo, provincia de Los Ríos.

“Mi mundo de pequeña fue duro, ahora valoro lo que hizo mi familia por mí. Gracias a esta locura de la lucha me sacó de una vida que tenía”, dice Valverde. Con pena, recuerda que el dinero que le daban cuando trabajaba en el mercado de su ciudad se lo gastaba en bebidas alcohólicas.

Gracias a Dios la lucha la sacó de eso. Pero tuvo que vencer los comentarios machistas, que le decían que era un deporte para hombres. Muchos se le burlaban, pero a ella eso le resbalaba.

En Tokio 2020, en los octavos de final le ganó 11-4 a la griega María Prevolaraki y en cuartos de final perdió 15-5 ante Bolortuya Bat Ochir de Mongolia y se ubicó en el noveno lugar en el mundo en los 53 kg.

¿POR QUÉ LA LUCHA?

La vida la llevó a conocer a la lucha como su deporte favorito, todo arrancó cuando era una pequeña. Se dedicaba a recoger desperdicios para los animales que estaban en su casa. Ella pasaba por el gimnasio en Federíos y miraba cómo los deportistas comenzaban a luchar.

Tanto le fascinó que se quedaba viendo y llegaba a casa a las 23:00. Eso hizo que tenga problemas con su familia.

Poco después, cuando estaba en el colegio Clemente Baquerizo, se dio una presentación de lucha, lo que terminó por unir por completo su amor por el deporte.

Han pasado 16 años de eso y desde entonces ha sido medallista de bronce a nivel mundial y ganado muchos torneos. En sus inicios representó a Federíos, pero desde el 2013 participa bajo los registros de Fedeguayas.

LA INOCENCIA

Luisa nunca olvidará una de sus primeras competencias, en Mocache, Los Ríos. Ella ganó y pensaba que la medalla que le dieron era de oro real; debía volver a Babahoyo y creía que por ser de oro, le podían robar la presea. Ahora se ríe de eso.

Y pensar que en el 2010 se alejó un tiempo de la lucha debido a que no había el apoyo, pero regresó a las competencias a sacar el nombre de Ecuador en alto. Ahora, antes de viajar a las Olimpiadas de Tokio, las últimas semanas las vivió en Rusia debido a sus entrenamientos.

Luisa está casada con el deportista de lucha, Mauricio Sánchez, quien también ha representado a Ecuador a nivel internacional.

MEDALLA O NO

Tiene o no diploma olímpico es el drama de estos momentos debido a que Luisa se ubicaba dentro de las 8 mejores del evento, pero a decir de su entrenador César Carracedo, hay que esperar que terminen todos los combates para determinar si se gana o no el famoso diploma olímpico, debido a que se suman los puntos obtenidos por cada atleta en los combates realizados.