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Luis Miguel Escalada se retiró tras conseguir con Cumbayá F.C. el ascenso a la Primera División de Ecuador.Archivo

Luis Miguel Escalada: “Siempre le digo al Zar Noboa que él me dañó”

Tras su salida de Emelec, en 2006, estuvo preso en el aeropuerto de Quito porque no tenía su visa de trabajo. Se quedará a vivir en la capital

Aparte de los 116 goles que marcó y los 5 títulos que ganó a lo largo de los 18 años como futbolista profesional, Luis Miguel Escalada tampoco olvidará a los ‘panas’, entre ellos Armando Paredes y Christian Noboa, con quienes se pegaba sus ‘escapadas’ para ir de ‘farra’.

A sus 35 años el Pichu anunció su retiro del balompié, sin embargo, seguirá enrolado a este deporte porque armó su empresa de representación de jugadores (escaladafootballgroup) en Quito.

¿Qué anécdota recordarás?

Me río de la vez que estuve preso en el aeropuerto de Quito. Cuando salí de Emelec (2006) iba a viajar a México. El vuelo salió desde Guayaquil e hicimos escala en la capital, pero cuando ya iba a salir para México me llaman para decir que Liga de Quito compró mi pase. No tenía la visa de trabajo, por eso me encerraron en un cuarto desde las 11 de la noche hasta las 3 de la tarde del otro día (risas). Tampoco olvidaré las veces que salíamos y nos retaban por eso en Emelec (2006).

¿Con quién salía?

El número uno para las fiestas era Armandito Paredes, una persona que es cague de risa. Nosotros también tenemos una buena relación con Christian Noboa porque venía mucho con nosotros en esa época. Siempre le digo a Christian que él me dañó porque salíamos y me hizo conocer todo Ecuador (risas). Cuando se enteraban que salíamos nos retaban. Marcelo Elizaga nos retaba como hijos.

¿Por qué te retiraste?

Ya lo venía analizando con mi familia, porque después de la lesión que tuve en el tendón de Aquiles (marzo de 2017) todo me costaba más y llegó un momento que pensé en disfrutar más tiempo con mi familia. No fue una decisión apresurada, sino que fue consensuada con mi esposa Natalia. Ella me apoya en cualquier decisión que tomara porque jugué al fútbol profesional desde los 17 años.

¿Dudaste en tomar esta decisión?

Obvio, siempre hay cosas que te detienen. Toda mi vida la hice en el deporte, por eso que me preguntaba qué me pasaría tras retirarme. Pero empecé a planificar mi futuro para prepararme mentalmente. Todavía no me está costando porque estoy de vacaciones, pero recién en enero cuando los equipos vuelvan, tal vez, me agarra el bichito de jugar de nuevo (risas), pero la decisión está tomada.

¿Qué proyecto planificaste?

Ahora tengo una empresa de representación de jugadores en Quito. Quiero ayudar a los chicos, guiarlos para que crezcan y se puedan ir al exterior. Recientemente hice de intermediario en el traspaso de Marcos López a Liga de Quito.

Ahora ya no habrá razón para cuidarse con la comida

En mi caso siempre he tenido problemas con mi peso y por eso me tenía que cuidar mucho y más en las vacaciones. Cuando iba a Argentina no podía comer mi milanesa y los asados que me encanta. Pero tampoco es que ahora me vaya a descuidar porque si no mi mujer me va a correr de mi casa (risas). Voy a tratar de aprovechar el tiempo perdido, de salir, ir a las fiestas, cosas que el fútbol te va quintando porque siempre entrenas, concentras y viajas.

¿Se quedan a vivir en Ecuador?

La idea es quedarnos en Quito a vivir para tratar de seguir cerca del fútbol. Nos encanta Quito y Guayaquil, pero, por ahora, nos quedamos acá porque allá terminé jugando.