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Lucía Yépez pidió que la inyectaran en Tokio para seguir peleando
La luchadora tricolor contó que en los pasados Olímpicos, ya lesionada, quiso que la infiltraran para seguir. A partir del 2022 ascenderá de categoría
Lucía Yépez vivió una ‘montaña rusa’ de emociones en los Juegos Olímpicos Tokio 2020. Ella empezó la competencia feliz porque a sus 20 años se estrenó en una cita olímpica, pero luego esa dicha ‘se fue al piso’ debido a que una lesión impidió que disputara el repechaje para acceder a la pelea por la medalla de bronce en los 50 kilogramos de lucha.
La ecuatoriana contó que en la previa a su primera contienda contra Valentina Islamova, de Kazajistán, no sintió la presión y los nervios que le daban cuando debutaba en un torneo; por el contrario, en esta ocasión estaba alegre y emocionada por subir al tapiz. Por esta razón, ella se preocupó y le preguntó a su entrenador Jorge González: “¿por qué no siento nervios?”.
Sin embargo, recalca que su determinación en el uso de las llaves y las técnicas la ayudaron a manejar la situación, aparte que tenía la oportunidad de tomarse la revancha ante la deportista de 29 años, quien en 2019 la venció en el campeonato senior de Polonia.
“Este año he confiado bastante en el trabajo que he realizado, pero no pensé que esa tranquilidad la iba a tener en este torneo. Aparte que la adrenalina no me dejaba pensar.
Valentina se veía confiada porque ya me había ganado en 10 segundos, pero esta vez no iba a dejar que me gane, porque venía trabajando bien. Ella pensó que me iba a vencer, pero no fue así”.
Tras ganar en los octavos de final, Lucía fue emparejada con la japonesa Yui Susaki, quien venció a la ecuatoriana (10-0) y terminó ganando la medalla de oro en lucha olímpica. Esta se convirtió en la última pelea de Yépez en Tokio, a pesar de que podía disputar el repechaje para acceder al combate por la medalla de bronce, a la que no acudió porque sufrió un esguince en su muslo izquierdo.
“Ahora venía Susaki y me había ganado antes. La verdad que me sentía motivada cuando supe que me tocaba ella, salí bien porque es bonito enfrentar a las mejores. Ella es un extraterrestre en la lucha, pero si en París 2024 me toca enfrentarla quiero ganarle. Al final de la pelea con ella es que me lesioné, en ese momento pensé que solo era un calambre, pero no pude caminar”.
Para bajar del tapiz Lucía tuvo que pedir a su entrenador que la ayudara a caminar, porque no se podía mantener en pie. De inmediato la llevaron al departamento médico para que se realice los exámenes, los cuales arrojaron los resultados que la entristecieron y no dejaron que ‘pegara el ojo’ durante la noche, y eso que tenía el desgaste físico por sus dos peleas.
“Como aún estaba caliente me sentía bien. Les pedí que me inyectaran para seguir dando ‘guerra’, quería pelear el repechaje, pero después de los exámenes me dijeron que no podía. No pude dormir del dolor, lo incómoda que estaba y porque sabía que tenía la opción de ganar la medalla de bronce. Igual, el diploma olímpico es bueno porque quedé entre las ochos mejores”.
Ahora, la ecuatoriana se centra en su recuperación y en la preparación para encarar sus dos últimas competencias de este 2021: el Mundial de Lucha Libre de Serbia Sub-23 en noviembre y los Juegos Panamericanos Junior de Cali en diciembre. A partir del 2022 Yépez pasará a participar en la categoría senior.