Un Superclásico de alto voltaje fue el que se vivió en el estadio Gonzalo Pozo, donde Liga de Quito en el último suspiro rescató un punto ante Aucas, elenco que no pudo sostener la ventaja alcanzada en la etapa inicial y tuvo que conformarse con un empate 1-1. 

Es que si bien los dirigidos por César Farías se mostraron superiores a los albos, sobre todo en la primera etapa, en el complemento no supieron cuidar el resultado, lo que impidió a los orientales quedarse con los tres puntos en su reducto, que tuvo un buena concurrencia de público por parte de ambas hinchadas.

Fue un duelo vibrante desde el inicio, con un Aucas que quería marcar diferencia por las bandas ante un conjunto azucena que se defendía y buscaba llevar peligro al arco rival.

El Papá, en una de esas insinuaciones por la zona izquierda, logró hilvanar una acción que derivó en el júbilo de la hinchada. Es que Carlos Cuero llegó hasta la raya de fondo, ejecutó un centro que fue aprovechado por Roberto Ordóñez, quien con un efectivo golpe de cabeza venció la resistencia de Alexander Domínguez.

Los azucenas sintieron el tanto marcado por la Tuka y con más enjundia que buen fútbol pugnaron por el empate, no obstante en algunas ocasiones la defensa por Ricardo Adé, y en otras las oportunas intervenciones del golero Hernán Galíndez permitieron que los dueños de casa se vayan al descanso con un gol de ventaja.

Para la parte complementaria, Liga de Quito seguía con la intención de igualar la pizarra, sin embargo las ideas no eran claras, pero poco a poco Alexander Alvarado trataba de desequilibrar con su fútbol y conectarse con un Tomás Molina que no tuvo la solvencia de otros encuentros, al punto que fue reemplazado por Juan Anangonó en el afán de generar peligro en el área de los orientales.

Una de las pocas acciones de peligro a favor de los azucenas llegó por medio de José Quinteros, pero respondió Galíndez al atenazar un disparo del marcapunta albo.

La intensidad y las fricciones seguían en el Gonzalo Pozo mientras Aucas decidía apostar por cuidar el resultado. Ahí fue cuando uno de los hombres que salió de la banca azucena puso el agónico empate.

Danny Luna, con un suave toque levantó el balón, venció a Galíndez en el último minuto de descuento y con eso salvó un punto para Liga, además de provocar el lamento de los orientales que ya celebraban un triunfo en un Superclásico como los de antes.