El impulso que tenía la Universidad Católica en el arranque de las competencias oficiales, tras ganar en el debut de la LigaPro y en el empate en Bolivia por Copa Libertadores, tuvo un freno por parte de Guayaquil City.

El Trencito no pudo descifrar el juego del cuadro guayaquileño que se llevó un punto (1-1) en su visita al estadio Olímpico Atahualpa.

El técnico Miguel Rondelli, quien en la parte final del año anterior debutó como entrenador del primer equipo, confesó que “el único responsable soy yo. Tengo que seguir aprendiendo. No pude descifrar el juego que me puso el rival”.

Una dura lección para el timonel y los jugadores, pero que esperan que les sirva para tomar correctivos de cara al duelo del miércoles 2 de marzo ante el Bolívar, donde buscarán la clasificación a la tercera fase de la Libertadores.

“Puse el mejor equipo que tuve, acá nadie es titular, todos están en condiciones de jugar y así lo decidí. Nos vamos con bronca por el trámite del partido, hicimos el gasto, pero esto es así, el rival también juega y no pudimos derrotarlo”, analizó Rondelli.

De cara al juego copero, el entrenador tiene claro que el cuadro boliviano llegará con un planteamiento defensivo por lo que necesita encontrar la forma de anotarles. En el juego de ida, en La Paz, igualaron a un gol, por lo que el que ganador en Quito se quedará con el boleto.

BUEN INICIO

Por su parte, en Guayaquil City hay tranquilidad por mantenerse invictos en el inicio del campeonato.

“Nos cuesta mucho jugar en la altura. Tratamos de ser competitivos. Sumamos un punto, ya tenemos cuatro en dos partidos jugados, vamos por buen camino”, señaló el técnico Pool Gavilánez.

Destacó que en el juego del viernes 4 de marzo ante Emelec, como locales, “nos haremos fuertes y presentaremos otra forma de juego”.