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Los jugadores deben cumplir varias etapas hasta llegar a su sueño de ser futbolistas profesionales.KARINA DEFAS / EXTRA

Kendry Páez: Con 5 ‘lucas’ se ‘fabrica’ un futuro crack

Varios formadores dan a conocer las diferentes etapas que pasan los jugadores, el papel de los padres y el buen ‘billete’ que invierten los equipos.

Con tan solo 15 años, Kendry Páez, futbolista de Independiente del Valle, ya está en la mira de clubes de Europa. El volante es otro de los talentos que han surgido de las canteras rayadas y que evidencia la transformación positiva que han tenido las divisiones formativas en el país.

Los equipos cada vez invierten más en esta categoría con la que pueden generar recursos con ventas futuras. Pero, ¿cuál es el proceso que lleva a un futbolista para llegar a ser profesional?

Julián Tartaglia, director de formativas de Liga de Quito, explica que los chicos pasan por varias etapas. Los niños que son seleccionados mediante scouting por todo el país, tras someterse a una prueba, inician la fase de adaptación a un nuevo entorno. Esto, a partir de los ocho años.

El siguiente paso, que es el más largo, es el de construcción desde la parte deportiva, educativa y social, tras lo cual llega a la etapa de optimización de todos esos aprendizajes para poder proyectarse como opción para el plantel principal. Una vez que ha quemado estas fases llega a la consolidación en el equipo profesional.

El especialista argentino, con experiencia en clubes de su país y de Europa, y en la selección albiceleste, enfatizó que “cuando el jugador cumplió con este proceso demuestra que técnico, táctico, físico, emocional y actitudinal está preparado para estar en el primer equipo”.

Tartaglia resaltó que con un trabajo a largo plazo y muy prolijo se puede aportar jugadores al fútbol ecuatoriano y al mercado internacional.

Y que es muy importante respetar los ciclos. “Se debe tener criterio para no apurar los tiempos de maduración, muchas veces ese es el error. Cuidar al futbolista y prepararlo emocionalmente, socialmente y deportivamente para que su madurez sea la adecuada al llegar al primer equipo”, señaló.

Por su parte, Aldo Mariano, director de formativas de Guayaquil City, hizo hincapié en la importancia de la observación de jugadores. Destaca lo hecho por Independiente del Valle que cuenta con academias en Guayas, Esmeraldas, Santo Domingo y El Oro.

“Su captación es más amplia que otros clubes y todos ellos pasarán por filtros. Llegarán los mejores a las formativas de Independiente, no es lo mismo evaluar a 10, que a 100.000”.

CON MIRAS AL FUTURO

En cuanto a la inversión que realizan los clubes, Mariano indica que puede llegar a ser $ 5.000 anuales, entre complejos vitamínicos, zapatos, medicinas, movilización, entre otras cosas. En Liga de Quito se destina en promedio $ 8 mil por año en cada jugador de las formativas.

Los futbolistas que van cumpliendo las etapas, cuando llegan a la mayoría de edad ya firman su primer contrato, que puede ir con un sueldo básico ($ 450), con aumento según su progresión, es decir, si llegan al primer plantel o las selecciones nacionales hay un incremento.

Como por reglamento FIFA antes de los 18 años no pueden firmar contrato, en algunos casos se lo hace con los padres a cambio de una ayuda escolar, viviendo o alguna remuneración por alguna necesidad que tenga el menor. En lo posterior, también por la primera transferencia depende si se lo hace dentro o fuera del país y sus cualidades.

Los clubes dan una formación integral a los futbolistas en busca que lleguen al primer equipo.Alex Lima / EXTRA

Wilson Carabalí, entrenador que también asesora a los jóvenes futbolistas y sus padres cuando algún club o empresario se interesa en sus servicios, detalló que “hay algunas personas sin escrúpulos que se aprovechan, les dan aparatos tecnológicos o 2.000 o 3.000 dólares”, explica.

El exjugador de Emelec y Barcelona, radicado en Chile, explica que el primer valor que se paga por un futbolista cuando ya es mayor de edad es relativo, pero da ejemplos.

“Digamos si se saca a un niño de una escuela de fútbol y lo lleva a Independiente del Valle, el club puede pagar por un joven entre 15 y 50 mil, depende de la edad y del puesto donde juegue”, sostiene.

Para Juan Carlos Burbano, quien fue mundialista en Corea Japón 2002, e imparte clases de fútbol a menores en el Quito Tenis, reflexionó que “los jugadores a veces reciben mucha presión de los padres que los ven como su salvación económica, lo que puede provocar que los chicos renuncien al fútbol”.

Agregó que es necesario que los deportistas sean acompañados por psicólogos, expertos en coaching y liderazgo para poder afrontar los momentos buenos y malos que conlleva el fútbol.

POCOS TERMINAN

Julio César Rosero detalló que más allá de los resultados, en las inferiores se busca la consolidación del jugador.Christian Vinueza / EXTRA

Los formadores coinciden en que es un bajo porcentaje de deportistas el que llega a debutar profesionalmente, aunque dicen que por lo general culminan el proceso los que al talento lo mezclan con la disciplina.

Julio César Rosero, exseleccionado nacional y otrora técnico de la Tricolor sub-20, hace un símil con una selección que dirigió y no llegó al Mundial de la categoría, pero con lo que quiere demostrar el nivel formativo que en ocasiones el resultado no es lo más importante.

“Dirigí a varios jugadores que llegaron a la selección mayor y destacan o han destacado en el exterior, como es el caso de Carlos Gruezo y Cristian Ramírez en Alemania, o Junior Sornoza en Brasil”, sostiene el Emperador, quien dirige el Centro de Alto Rendimiento que lleva su nombre. (JSN-RVF)