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Juan Caicedo: “La estructura del deporte se maneja mal”
El lanzador de disco tuvo que vendarse “como momia” la pierna derecha por una lesión. Dice que muchos deportistas callan los problemas por miedo
Juan José Caicedo compitió en los Olímpicos de Tokio 2020 lesionado, debido a una rotura del gemelo de su pierna derecha. Pero eso no fue un obstáculo para cumplir el sueño que empezó hace 16 años.
Además, quería dejar en alto el nombre de nuestro país tras convertirse en el primer ecuatoriano en participar en la disciplina de lanzamiento de disco olímpico.
Caicedo, de 29 y oriundo de San Lorenzo, recalca que su condición física estaba mermada y no pudo mostrar la potencia de su brazo derecho en Tokio, ya que no tuvo una adecuada recuperación.
En la competencia hizo un registro de 57,75 metros, lejos de los 66,45 con los que clasificó en el Meeting Maia Cidade do Desporto, en Portugal, el pasado 29 de junio.
“Tuve que sortear muchos problemas y al no tener recursos económicos para mi recuperación todo pintaba mal. Quince días antes de los Juegos me quedé sin entrenador (Frank Casañas) porque él fue con la selección de Colombia. Entrenaba solo y no tenía la guía de nadie, por eso que empeoró mi lesión. En Japón tuve que vendarme la pierna como momia para poder competir”.
VENDERÁ SU CELULAR
Los Juegos de Tokio fueron especiales para él, ya que, a pesar de sus limitaciones físicas, demostró que Ecuador puede dar pelea en lanzamiento de disco. Sin embargo, considera que la estructura del deporte ecuatoriano tiene que cambiar para que siga creciendo.
“Lo que denunciamos es que la estructura del deporte se maneja mal. Nosotros somos un grupo del Plan de Alto Rendimiento y se supone que este debe cubrir la preparación y equipo multidisciplinario para no tener estos problemas de lesiones. Pero cuando ganamos todo mundo se quiere tomar la foto y decir que es inversión de Ecuador y muchas veces esto es mentira”, indica.
Además, asegura que su sueldo como deportista de Alto Rendimiento no se lo pagan cada fin de mes, por aquella razón se endeuda para poder costear su estancia y entrenamiento en España, donde reside.
Incluso, su compañero de prácticas, el colombiano Mauricio Ortega, le prestó billete para pagar el alquiler de su departamento.
“A finales de octubre tengo que regresar a España y voy a vender el celular que nos dieron a los deportistas de los Juegos de Tokio para poder comprar un boleto aéreo, ya que tengo que seguir con mi preparación. Estas cosas nos siguen pasando a muchos deportistas, pero no dicen nada por miedo. No es justo que uno se saque la ‘madre’ y compita lesionado, y no se hacen cargo de esto”.