Una pelea cargada de polémica y gran exposición mediática. El combate entre Jake Paul y Mike Tyson representa el primer gran intento de Netflix por adentrarse en la retransmisión deportiva en directo. Este evento se perfila como una de las principales apuestas de la plataforma para este año y marca un nuevo capítulo en la intensa competencia del 'streaming' por los derechos deportivos.

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Esta noche, el AT&T Stadium, hogar de los Dallas Cowboys, será el epicentro de la atención deportiva mundial, aunque no por la NFL.

En este icónico estadio con capacidad para 80.000 espectadores, se llevará a cabo el esperado enfrentamiento entre Jake Paul y Mike Tyson, en una velada de boxeo que también incluirá la pelea entre la puertorriqueña Amanda Serrano y Katie Taylor. El evento será transmitido en vivo a nivel global a través de Netflix.

Ambos protagonistas, Paul y Tyson, son figuras controvertidas por diferentes razones, y su enfrentamiento no está exento de polémica. Entre los motivos que generan controversia se encuentra la notoria diferencia de edad (27 años frente a 58) y las preocupaciones sobre la salud de Tyson, quien sufrió una úlcera en verano que obligó a posponer la pelea hasta el 15 de noviembre.

¿Qué hace una plataforma como Netflix involucrada en un evento deportivo?

Hubo un tiempo en que el streaming prácticamente no consideraba la transmisión de deportes en vivo, un espacio que seguía siendo dominado principalmente por la televisión por cable en EE. UU., y donde el streaming solo se asomaba al ámbito deportivo a través de documentales o contenidos de ficción.

Sin embargo, hoy la situación ha cambiado radicalmente.

"El año pasado decidimos apostar a lo grande por el directo para aprovechar el público masivo en comedia, 'reality', deportes y más, comentó en mayo Bela Bajaria, directora de contenidos de Netflix.

"No hay eventos en directo que sucedan cada año, de deportes o de cualquier tipo, que se comparen con el público que atrae la NFL", agregó.

Con estas declaraciones, la ejecutiva de Netflix se refería a un movimiento ambicioso, estratégico y costoso: este 25 de diciembre, la plataforma transmitirá dos partidos especiales de la NFL durante la jornada de Navidad, entre ellos, un enfrentamiento entre Pittsburgh Steelers y Kansas City Chiefs, seguido de otro entre Houston Texans y Baltimore Ravens.

El acuerdo con la NFL también garantiza al menos un partido en Navidad de 2025 y otro en 2026.

Hace solo unos años habría sido impensable que Netflix se aventurara con la transmisión en vivo de eventos deportivos de tal calibre. De hecho, hace apenas un año la plataforma hizo su debut en este terreno con un evento mucho más modesto, The Netflix Cup, que enfrentaba a pilotos de Fórmula 1 con golfistas de la PGA.

Luego vinieron otros eventos como The Netflix Slam, en el que Rafa Nadal y Carlos Alcaraz se enfrentaron en una exhibición de tenis en Las Vegas. Sin embargo, el combate entre Paul y Tyson, así como la NFL, marcan un salto cualitativo hacia otro nivel.

¿Qué otras plataformas apuestan por el deporte vía streaming?

Netflix no es el único gigante digital que ha descubierto (o redescubierto) en el deporte una nueva fuente de ingresos para seguir creciendo en el ámbito del streaming. De hecho, la competencia en este terreno se ha intensificado considerablemente.

Un ejemplo claro es Amazon Prime Video, que dio el primer gran paso al invertir mil millones de dólares anuales para transmitir el Thursday Night Football de la NFL.

Por su parte, Peacock, la plataforma de streaming de la cadena NBC, ha dado un paso más al transmitir en exclusiva tres partidos de la NFL, alejándose de la televisión tradicional.

A una escala menor en cuanto a audiencia, pero con un despliegue tecnológico mucho más ambicioso debido al número de partidos y la infraestructura requerida, Apple ha firmado un acuerdo por al menos 250 millones de dólares anuales para emitir todos los partidos de la MLS. Además, la marca de la manzana también ha apostado por el Friday Night Baseball de la MLB.

Un ejemplo aún más reciente del impacto que está teniendo el streaming en los derechos deportivos es el nuevo acuerdo de distribución de los derechos televisivos de la NBA, por 11 años y un total de 76.000 millones de dólares. En este nuevo reparto, Disney continúa liderando con ESPN y ESPN+ al frente, pero también se han sumado NBC a través de Peacock y, de manera especialmente significativa, Amazon Prime Video como nuevo socio de la liga de baloncesto más importante del mundo.

Este panorama es una clara demostración de que el streaming está luchando por una porción cada vez mayor del pastel del deporte en directo.

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