Seis años y medio estuvo Gabriel Marques en Barcelona. El 29 de enero del 2022 en la Noche Amarilla será su despedida y puede que a esa fecha ya tenga un equipo ecuatoriano que defender.

Marques, de poco hablar, esta vez abrió su corazón con EXTRA, conversó de temas puntuales y de su etapa en el Ídolo.

- ¿Seis años y medio son bastante en Barcelona?

Sí, fueron lindos seis años y tengo un sentido de pertenencia, de mis hijos y mi familia. Barcelona nos dio todo. Hasta mi familia en Brasil se hizo amarilla, son todos barcelonistas.

- ¿Recuerda que llegó en el 2015 en medio de problemas económicos?

Claro, estaba complicado ese tema. No había agua, luz, nos debían tres meses y pasaron muchas cosas.

- Cuando las cosas no salen en Barcelona, “aparecen” los problemas. Ahora se habla de grupos dentro del plantel y más. En redes sociales dicen que William Riveros se habría vendido.

Sí he visto, pero nada de lo que se habla es cierto. Decir que Riveros se habría vendido es una locura, y duele que se diga. Yo conozco a Riveros y jamás habría hecho eso, ni nadie del grupo. Eso es descabellado.

¡Ojo!, hay grupos de amigos que nos llevamos mejor, pero son grupos de amigos de intimidad, no de lo que la gente se inventa, esas son cosas fuertes.

- Cuando lee cosas así, ¿qué tratas de hacer?

En el 2015 sí era de los que respondía cuando se decían mentiras, y me volví loco en redes sociales. Especialmente en Twitter; ahí la gente no tienen corazón, no importa si tienes familia o no, igual te dan. Desde el 2016 no respondo nada, pero se leen muchas cosas malas.

- ¿En medio de esos problemas del 2015 no se quería ir?

No, porque sentía lo que era Barcelona, quería saber lo que era esto. Recuerdo que recién llegado, iba de compras y la gente me pedía fotos, les preguntaba dónde me habían visto, porque según yo nadie me conocía, y eso me ilusionó a quedarme. Al inicio no entendía toda la locura de los hinchas.

- Tras ese año vino la locura de 2016 con Ronaldinho

Sí, me pusieron a Ronaldinho a mi lado, hablamos de muchas cosas; yo no lo podía creer, era Ronaldinho cara a cara. El estadio estaba a reventar, fue algo increíble. Nunca pensé vivir eso.

Recuerdo que hablamos mucho y le pedí los zapatos, pero como se fue antes no me dio nada.

- ¿En el 2017 es que hace a toda la familia en Brasil hincha de Barcelona?.

Sí, pero no olvidemos los 5-0 del 2016 que todos festejamos. Luego de eso si ya vino la Libertadores 2017 en Brasil que fue increíble. Mi familia disfrutó de la presencia del equipo. Claro que cometí una metida de pata cuando me expulsaron, esa fue una reacción mía muy fea ante Gremio.

- ¿Quién gritaba más como DT, Guillermo Almada o Fabián Bustos?

Los dos son parecidos para dirigir, claro que con Almada el estadio estaba lleno y no se escuchaba; con Fabián se jugaba sin público. Los dos son intensos. Bustos es menos intenso en la práctica y creo que a Almada le tenían más miedo por su carácter.

- ¿Y la lesión, cómo está?

100 % recuperado, solo con unas ganas bárbaras de jugar. No tienen idea la adrenalina que tengo por demostrar todo lo que tengo por dar. Ya quiero tener un equipo y hacer la pretemporada.

- ¿Si tuviera la posibilidad de una despedida, qué 11 armaría?

Eso es difícil, pero podría ser así: Burrai, Velasco, que es mi hermano de hace seis años; Aimar, Ánderson Ordóñez y Mario Pineida; Byron Castillo, yo, Matías Oyola, Díaz y Marcos Caicedo, arriba a Jonathan Álvez. Un 4-4-2.

- ¿El momento más duro, cuándo fue?

Lo de la lesión fue complicado. Sin embargo cuando no estaba jugando, toqué la puerta de Fabián Bustos porque quería más oportunidades, pero él tenía sus razones y me las explicó, en ese momento me sentí triste. Veía que no iba a jugar, aunque sabía que podía dar todo, aún así acepté lo que me dijo.

Recuerdo que en el 2020 yo no me sentía bien y le dije que no me ponga, pero fue algo sincero, luego salió Nixon Molina y cambió la forma en que jugaba Barcelona.

- ¿Lo de León, de dónde sale?

Cuando estaba en Uruguay me pusieron eso... y hasta ahora.

- Álvez era su vecino, pero ¿qué tan loco era?

En la casa era una persona distinta, en la cancha se transformaba, era un loco. Buena persona.

- Si bien es ecuatoriano nacionalizado, sabemos que varias malas palabras se le quedaron

Hay palabras o malas palabras únicas que solo aquí se escuchan, esas se me quedaron y las decía. Creo que son las cosas que mejor se pegan. Hay dos que las tengo y al inicio no sabía. Hasta hoy las digo con Jonathan Álvez.

- ¿Su futuro dónde está?

Me llegó una propuesta de Perú, pero yo me quiero quedar aquí. El 2021, a pesar de la lesión y el estrés de no jugar, ha sido muy bueno.

- ¿En qué equipo no se vesjugando?

Como trabajador uno puede jugar, pero por toda la historia que hice en Barcelona, no me veo jugando en Emelec.

- ¿Y si Nassib Neme le dice: ‘Aquí está el contrato’?

No creo que pase eso, pero por todo lo que ha pasado en Barcelona y el sentido de pertenencia que tengo, no pasaría. El resto de equipos sí se puede dar. ¡Ojo!, no es nada contra Emelec, pero es un sentido de pertenencia.

- ¿Se ve de largo en Ecuador?

Aquí es mi casa, me siento bien.