La fe es uno de los secretos mejor guardados de Fabián Bustos, DT de Barcelona, y eso lo volvió a mostrar cuando el Ídolo le ganó 1-0 a Liga de Quito en el estadio Rodrigo Paz, terminando una pesadilla de no ganar allí que arrancó en 1997. Era una especie de morbo que había durante todos estos años.

Cuando terminó el cotejo, el estratega se abrazó con Francisco ‘Molacho’ Zapata, quien ha sido el utilero de los canarios por más de 30 años. ¿Y qué hicieron? Elevaron una oración en agradecimiento, pero no tanto por la victoria, sino por la bendición de ser parte de la historia de Barcelona.

Y es que la fe del entrenador argentino es un tema aparte, porque le ha dado fuerza ante el ataque de los ‘anti-Bustos’, quienes desde que llegó al Ídolo exigían que lo saquen.

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Los mismos que gritaban que se vaya le piden ahora fotos, saludos y lo aplauden. Así es el mundo del fútbol, no tiene memoria. El Toro en tres años con Barcelona ha hecho de todo, menos darles a los ‘sufridores’ el gusto de dejar al equipo; y lo que le faltaba lo hizo en el Rodrigo Paz: tumbar a los albos en su propia casa.

Pasó a ser un DT histórico, pero lo mejor que tiene es el aguante para soportar la presión mediática y de los hinchas. “Para mí es el segundo triunfo acá, aunque algunos no piensan eso. Agradecido con mis jugadores por su esfuerzo. Han hecho historia nuevamente” expresó Bustos, que esta vez no tenía una camiseta en agradecimiento a Dios, como ocurrió en la final del 2020.

Cuando habla de Barcelona, Bustos se emociona, aunque sin perder la tranquilidad, es decir que no ‘se aloca’ por el resultado. Y se mandó una declaración para que la gente se dé cuenta de que él no se hace el distraído con las cosas que pasan en el Ídolo del Astillero: “Desde que estamos en Barcelona hemos peleado todo, muchas veces no nos ha alcanzado, pero siempre hemos peleado”.

El entrenador amarillo ahora les dice a los hinchas: “Los esperamos el miércoles para el partido de Copa Libertadores, debemos llenar el estadio”.

El equipo canario llegó la madrugada del domingo a Guayaquil. Ayer ya entrenó y hará lo mismo hoy, para mañana concentrarse, pensando en el compromiso ante el Bolívar de Bolivia, que se jugará el miércoles desde las 21:00 en el Monumental, por Copa Libertadores.