En Sangolquí, la primera final entre Independiente del Valle y Emelec era el tema de conversación en la mañana y tarde de este domingo 5 de diciembre. El optimismo de una victoria de los rayados prevalecía en la localidad donde nació el equipo que busca su primera corona nacional.

Banderas, pancartas y camisetas del cuadro del Valle resaltaban en el movimiento cotidiano de la ciudad. En el local de cuyes de Patricia Tipanta y su familia, una bandera con la palabra campeón recibía a los clientes.

"El Independiente es nuestro orgullo. Además de los triunfos deportivos hizo que aumente el turismo en el cantón", afirmó. Confesó que los comensales le felicitan al verla con la camiseta de los rayados y comparten su palpito, que el trofeo de la LigaPro adornará las vitrinas del Independiente.

Patricia aseguró que el cuy y el hornado dan fuerza a los hinchas rayados para no parar de cantar en el estadio.

Cerca de este local, en el barrio Selva Alegre, Luis Umaquinga, fundador de la barra Locura del Valle, junto a su familia estaban listos para ir al estadio. Todos con camisetas de los rayados y globos esperaban el momento para ir al estadio.

Tenían previsto realizar una caravana hasta el escenario deportivo, pero la fuerte lluvia que se registró en los alrededores, unas tres horas antes del encuentro, previsto para las 19:00, hizo que cambien de planes.

El aguacero también sorprendió a un grupo de unos 50 seguidores de Emelec que estaban en el primer filtro de la vía de acceso al estadio. Pese a la lluvia y el frío, coreaban cánticos y movían con fuerzas banderas. Estaban a la espera del paso del bus del Bombillo para demostrarles su respaldo.

Los aficionados que llegaban al escenario lucían paraguas e impermeables. A unos pocos les sorprendió el clima y llegaron empapados a los accesos a las localidades. Vendedores ofrecían en el exterior plásticos. En el interior, la cancha se vio afectada por la lluvia.