Los fanáticos del Bombillo se alistan para protagonizar un recibimiento memorable en los 95 años de vida institucional de Emelec.

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Cuando los jugadores salten al terreno de juego, en las gradas del estadio Capwell se observarán banderas flameantes, papel picado, globos, juegos pirotécnicos y dos mosaicos gigantes que cubrirán toda la general Quito, hogar de la tradicional Boca del Pozo.

El primero se exhibirá en la previa del duelo y el siguiente antes del inicio del segundo tiempo.

Este recibimiento marca un hecho inédito en la historia del club, ya que por primera vez los líderes de todas las localidades se unen para promover un mensaje de no violencia y decirle no al lanzamiento de objetos a la cancha.

Las reuniones entre líderes barristas, realizadas el viernes en Urdesa, permitieron ultimar los detalles de este homenaje.

Unas 500 personas participarán directamente en la logística decorativa del festival millonario en todas las localidades.

Joan Díaz Almeida, líder de La Pionera Boca del Pozo, destaca la labor en conjunto con la dirigencia que encabeza José Pileggi, porque les han “dado la apertura dentro del estadio para trabajar”.

El socio acudirá al Capwell al mediodía, pero no será hasta las 14:00 que la barra azul se concentrara en Los Esteros, al sur de la ciudad, para iniciar la caminata hacia La Caldera.

“Son 95 años y no podemos pasar por alto nuestro aniversario. Además, jugar contra Barcelona lo hace especial también”.

Los miembros de la Sur Oscura tendrán su tradicional Banderazo Monumental a las 12:00. El acto se lo realizará en la avenida Barcelona, en las inmediaciones del estadio Monumental.

Por disposiciones de seguridad, la hinchada visitante no es permitida en los Clásicos del Astillero. La última vez que se jugó con aficionados de ambos bandos fue el 15 de mayo de 2016, con victoria azul por 5-0. 

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