Exclusivo
Deportes

María Fernanda y Kasper van cada uno por su país, pero se apoyan y confían que el mejor ganará.CARLOS KLINGER

Ecuador vs Países Bajos: Una familia con el corazón dividido

Para los Mijnders Anchundia es un partido histórico. Kasper es oriundo de los Países Bajos mientras que su esposa, María Fernanda, es ecuatoriana.

El viernes 25 de noviembre de 2022 se considera ya como un día histórico para la familia Mijnders Anchundia. Por primera vez en la historia mundialista se enfrentan las selecciones de sus países natales y en casa ya se notaba un favoritismo hacia los Países Bajos, porque además del padre del hogar, los hijos también se identifican con el equipo holandés, pese a que nacieron y viven en Ecuador.

Sin embargo, para María Fernanda Anchundia Ponce aún no es momento de cantar victoria: “vamos a ver el resultado”, decía ante el positivismo de su esposo Kasper, quien da prácticamente por descontado que Holanda ganará el cotejo sin dificultades.

“Este partido sí vamos a ganar, lo siento, pero es así...”, comentaba sonriente. Entre bromas, mencionó que este encuentro lo tendrá que ver rodeado de niños que seguramente le llevarán la contra, porque es docente de inglés en una unidad educativa particular en el norte de Guayaquil y el partido es en horario escolar.

La familia es muy unida. Disfrutarán del cotejo.CARLOS KLINGER

¿Qué pasa si el que triunfa es Ecuador? Kasper lo aceptaría: “el mejor gana, no... Entonces, obviamente después de tantos años en Ecuador, también apoyo siempre a su selección”. Además, está consciente de que le tocaría aguantar una que otra mofa: “claro, claro, eso lo tendría que escuchar un par de veces de mi esposa y en el colegio también. Y ahí seguramente de muchos niños y de todos mis compañeros (ríe)”.

“Esta vez la emoción es compartida. Los holandeses son muy eufóricos y sus celebraciones son bastante fuertes, por el acento, por su idioma... Uno escucha y dice: ¿qué está pasando? Pero es algo que desprende de ellos, su forma de celebrar”, explica María Fernanda.

Ella fue quien confirmó que en casa la balanza se inclinaba hacia la selección del papá: “estaba pensando qué hijo me iba a apoyar. Hice una encuesta y ambos están por Holanda”. ¿A qué se debe esto? “Es que yo soy más futbolero”, argumenta Kasper.

Los niños tomaron la decisión de apoyar al conjunto holandés.CARLOS KLINGER

Países Bajos ocupa el puesto 23 en el ranking de naciones que aportan con migrantes en Ecuador: 810 holandeses estarían radicados aquí, según el portal Datos Macro.

Un matrimonio consolidado

María Fernanda y Kasper tienen 40 años. Se conocieron en 2005 y en 2008 se casaron. En 2014 nació su primera hija, Sophie, y luego, en 2016, Stephan. Su historia nació en un viaje que ambos habían realizado, cada uno con sus propios amigos y por su cuenta, al balneario de Atacames, en Esmeraldas.

Mijnders era un entusiasta mochilero y Ecuador era el sexto país que recorría, tras pasar por Brasil, Argentina, Chile, Bolivia y Perú. Anchundia, en cambio, festejaba la culminación de sus estudios universitarios. A ellos ni siquiera se les pasó por la cabeza que en ese viaje conocerían al amor de sus vidas: quedaron flechados y mantuvieron el contacto por redes sociales durante dos años.

En 2007, el holandés regresó a Latinoamérica, pero el primer lugar que pisó fue México y recorrió algunos países hasta llegar a Panamá. Ahí fue cuando decidió sorprender a su amada con una llamada. Le dijo que la visitaría en Guayaquil.

El más futbolero es Kasper. Él ha inculcado el deporte a sus hijos.CARLOS KLINGER

Ella lo recibió e incluso lo acompañó a Medellín, Colombia, el penúltimo destino del recorrido que hacía Kasper, porque aún le faltaba ir a Curazao. “Ahí me dijo: Yo sé que voy a regresar, pero no sé cuándo”, recuerda. Eso ocurrió en mayo. En septiembre regresó y nueve meses después se casaron y empezaron a convivir con diferentes tradiciones que hoy, gracias el Mundial, hacen que se enfrenten.

Y aunque Kasper ama Ecuador y María Fernanda siente mucho agrado por Holanda, ambos quieren ver a su equipo vencedor. ¡Que gane el mejor!