Julio Alfredo Jaramillo Gracia, conocido como el ‘ruiseñor de los migrantes’, llegó inicialmente a Estados Unidos para visitar a su madre por unas semanas, pero se ha quedado más de cuatro años en Las Vegas, donde enfrenta el desafío del clima extremo y la vida entre casinos.

Lee también: Copa América: La cifra que ganará Ecuador en caso de pasar a cuartos de final

A pesar de estar lejos de su país, Julio Jaramillo mantiene su pasión por el fútbol y sigue de cerca los partidos de la Tri en la Copa América. Recientemente estuvo presente en el encuentro contra Jamaica en Las Vegas y se prepara para acompañar al equipo en el decisivo partido contra México en Glendale, Phoenix.

EXTRA tuvo la oportunidad de conocer la historia de este peculiar personaje, quien se autodenomina un migrante por accidente.

“Llegué en enero de 2020 para visitar a mi madre que vive aquí. Originalmente planeaba quedarme solo cuatro semanas, pero debido a la pandemia, los planes cambiaron y ya han pasado cuatro años. La pandemia realmente cambió mi vida”, relata Julio, de 38 años, explicando cómo la crisis global le impidió regresar como tenía previsto debido al cierre de aeropuertos.

“Tuve que buscar trabajo y después de más de cuatro meses, cuando finalmente se reabrieron los aeropuertos en Estados Unidos, la situación en Ecuador empeoró. Mientras tanto, aquí las cosas iban bien y decidí quedarme”, cuenta como anécdota.

Anteriormente, Julio trabajaba en la organización de eventos en Ecuador, pero al quedarse en Las Vegas durante la pandemia, comenzó desde cero, incluso llegando a trabajar caracterizado como Mickey Mouse en la famosa Strip de Las Vegas.

Julio recuerda con humor los días calurosos en Las Vegas, disfrazado con un traje de Mickey Mouse que pesaba más de 10 libras. "¡Hola amigos, soy Mickey Mouse! ¿Quieren una foto conmigo?", solía decir con voz característica, mientras besaba el escudo tricolor y compartía su historia.

“Al principio ganaba dinero disfrazado de Mickey Mouse, luego trabajé en construcción y ahora soy promotor de eventos en las principales discotecas de Las Vegas. Amo a mi país y ahora lo valoro aún más desde la distancia. Es duro estar lejos de casa”, admite con una sonrisa.

Desde que dejó Ecuador, Julio ha buscado mantener su conexión con su tierra, y seguir los partidos de la Tri en la Copa América es una forma de hacerlo. “Fue increíble estar en el banderazo y en el partido. Después de mucho tiempo, me sentí como en casa otra vez, con mi gente”, comparte emocionado.

Como muchos ecuatorianos en Estados Unidos, extraña especialmente la comida. “Aquí hace falta tener una 'madrina' que venda guatita, bandera, ceviche. Eso es lo que más extraño de Guayaquil”, comenta Julio, quien nació en Guayaquil pero vivió mucho tiempo en Quito, donde aún residen la mayoría de sus familiares y amigos.

“Uno necesita a la familia. Es difícil estar lejos. Afortunadamente, estoy con mi madre aquí, pero se extraña ese calor humano”, expresa con sinceridad.

El ‘ruiseñor de los migrantes’ es uno de los muchos ecuatorianos que apoyan a la Tri en la Copa América. Para él, estar en los estadios es un sueño hecho realidad y ahora espera ansioso que la Tri avance a los cuartos de final.

Sigue leyendo: Partido de alto voltaje en la Copa América: Ecuador vs. México en medio de tensiones diplomáticas

“Sería un sueño enfrentar a Messi en cuartos de final. Espero que se cumpla y yo pueda estar presente. Estamos muy emocionados de que la selección juegue aquí en Estados Unidos”, concluye entusiasmado Julio Jaramillo.

Para seguir leyendo EXTRA sin restricciones, SUSCRÍBETE AQUÍ