Doha es la ciudad capital de Catar y una de las cinco que tendrá el honor de ser sede de la Copa del Mundo de 2022. Con una población de 587.055 (según censo de 2015), es la segunda ciudad más grande de la nación. Y se encuentra a tan solo 9 kilómetros de Al-Rayyan, la metrópolis más importante del país, que también será sede del Campeonato de la FIFA.

La mayoría de la gente conoce Qatar y su capital Doha, pero pocos saben realmente mucho sobre ellas. Qatar o Catar es una pequeña nación de poco más de 11000 km de extensión. Ocupa una península en el Golfo Pérsico, que ha ganado una importante popularidad a nivel turístico gracias a su vinculación con el fútbol.

Pero la afluencia de visitantes también está justificada por un clima muy soleado, por su alto nivel tecnológico y sus modernísimas instalaciones y comodidades y por ser una nación de oportunidades comerciales. Sus altísimos edificios, sus concurridos centros comerciales y ahora mismo, los estadios construidos para el Mundial, maravillan a los recién llegados.

Doha tiene muchísimo que ofrecer al turista, pero también es el punto de partida ideal si se pretende explorar el resto del país. La ciudad está ubicada sobre el Golfo Pérsico, con el desierto solo a un paso. Y desde allí es posible llegar con rapidez y facilidad a cualquier otro punto de la nación qatarí.

Si bien es cierto que quienes visiten el país en noviembre y diciembre estarán interesados en el deporte rey y las apuestas para el mundial de Catar 2022, no todos los paseos tienen que ser de corte deportivo. Hay muchísimos lugares que visitar en la capital qatarí. Y los sitios más emblemáticos son el Museo Nacional de Qatar, el Museo de Arte Islámico y la célebre Mezquita Katara.

Este Museo situado en la capital Doha, fue remodelado casi por completo y volvió a abrir sus puertas en 2019. Está instalado en el espacio que antes ocupara el Palacio Salata y ofrece tres famosos espacios de exhibición. El Museo Nacional, el Palacio del Emir y el Museo Marítimo. Su concepción arquitectónica es realmente deslumbrante, por su modernismo ecléctico.

Para instalar el Museo de Arte Islámico se creó una península artificial, que se situó en la Bahía de Doha. El edificio en sí es toda una obra de arte, construida en piedra arenisca y simbolizando las dunas del desierto. En su interior puede observarse una asombrosa colección de objetos, que se encuentran allí en préstamo y pertenecen las colecciones privadas de los emires locales.

La famosa Mezquita Katara fue edificada en 2013 y su visita es prácticamente obligada para aquellos que pasan por Doha. Su diseño es una amalgama de tradiciones culturales y religiosas, por lo que conocerla resulta una experiencia única. Los visitantes suelen destacar la maravillosa policromía de los azulejos que la recubren.