En la popular cancha Paco Allauca de La Mena 2, al sur de Quito, la final del torneo de ecuavoley de Asoligas entregó un vibrante choque entre el trío de la Liga Eloy Alfaro, comandado por Diego ‘Palo Negro’ Mantilla, y el de la Liga Martha Bucaram, que estuvo liderado por Anderson ‘La Bestia’ Ibarra.

El escenario acoge habitualmente partidos de alto nivel y en esta ocasión no fue distinto, pues el encuentro entre estos dos colocadores revivió los choques de hace más de dos décadas en otro barrio quiteño, pues ambos se formaron en este deporte entre La Ferroviaria y Chimbacalle, zonas tradicionales del ecuavoley.

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“Nos hemos encontrado en esta final a los años, porque de jóvenes nos pegábamos unos buenos partidos. Más de veinte años que son los duelos con él, y como se vio, el partido estuvo muy duro”, contó Mantilla al final del encuentro que logró ganar en dos quinces (sets) junto a los hermanos Freddy y Jorge Santillán, conocidos como ‘Roly’ y ‘Wey’.

El trío dejó una muestra de gran carácter, pues tras imponerse en el primer set, el segundo se puso cuesta arriba para ellos, obligándolos a sacar su mejor arma: la derecha de Palo Negro para colocar.

Su rival, La Bestia Ibarra se valió de sus mejores movimientos y, junto a Edwin ‘El Profe’ Cando y Jaime ‘Soldado’ Herrera, llegaron a ponerse 11- 4 arriba en el marcador. Fue entonces que Mantilla se adueñó del saque y a puras colocadas ascendió el marcador hasta el 11-10. Incluso ensayó varias pelotas cruzadas, que son su especialidad y por lo que de hecho le pusieron su sobrenombre.

“Llegaron una vez unos muchachos a ver el ecuavoley y vieron que cruzaba mucho la pelota al poste, tenía una cruzada fenomenal y ahí me pusieron Palo Negro”, recordó.

Arrancó un partido aparte, con las mejores emociones, pues los tríos empezaron a pelear punto a punto con sendas colocadas. Y mientras en la grada Gustavo Valles se robaba el show como animador de los hinchas de Eloy Alfaro, sus jugadores se entendieron mejor que nunca para lograr cerrar el último punto, acabando con un reñido 15-13 que los hizo campeones.

Para este torneo la Liga Eloy Alfaro juntó a tres de los mejores de hace dos décadas. “Nosotros somos hermanos y con Palo Negro nos conocimos desde los 16 años, ahora ya tengo 42. Nos hemos vuelto a juntar para enfrentarnos a Anderson, que cuando éramos jóvenes colocaba durísimo”, relató Jorge Santillán.

Esta final, de la categoría Sub-40, hizo que los hermanos recordaran sus inicios, cuando en La Ferroviaria salían a la calle y lo único que hacían era jugar ecuavoley junto a otros chicos del barrio.

De ahí que hayan adquirido tan buena técnica, la cual persiste hasta hoy a pesar de las rodillas en riesgo, pues los Santillán jugaban con vendas y Mantilla con algo más improvisado: cinta taipe. Pero cualquier molestia que pudieran sentir se acabó en cuanto se marcó el último punto y se coronaron campeones.

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