El marchista David Hurtado estaba en plena condición física para encarar los Juegos Olímpicos de Tokio. Trabajó duro para aquello. Su objetivo era llegar entre los 10 primeros puestos, pero tras contagiarse de COVID-19, al llegar a suelo nipón, se vio obligado a cambiar su estrategia deportiva.

Tras dar positivo en el testeo, Hurtado fue aislado en un hotel desde el 22 al 31 de julio. Estuvo 10 días sin poder realizar trabajos físicos. Luego tuvo tres días para entrenar, ya que para el 5 de agosto debía competir en los 20 kilómetros marcha.

El ecuatoriano, de 22 años, se iba a ‘codear’ con los mejores marchistas del mundo en su primera cita olímpica. Sin embargo, su plan de competencia cambió porque los estragos de la COVID-19 lo ‘golpeaban’ en ese momento.

“Mientras estuve enfermo no me dieron muchos síntomas. Cuando entrené me empezaron a doler los pulmones. Esperaba meterme entre los mejores, pero la estrategia cambió. Había que ver qué podía pasar en la carrera, porque no descartábamos (con su equipo de trabajo) que en el trayecto tenga un dolor y tuviera que abandonar”.

A pesar de la afección, a Hurtado no se le cruzó por la cabeza retirarse del torneo y no le paró bola a las personas que decían que debía abandonar la contienda. Para él, la cita de Tokio también era importante porque es el punto de partida para llegar a Francia 2024.

Ya durante la carrera, solo se enfocó en terminar su recorrido y se olvidó del coronavirus. Sin embargo, asegura que en el kilómetro 16 tuvo que bajar la intensidad porque sintió cansancio. Aunque destaca que también pudo ser por la alta temperatura del país.

“Crucé la meta en el puesto 19 y luego de eso volvieron los dolores en mis pulmones. Si no me hubiera contagiado el resultado hubiera sido diferente. Todo esto me chocó, pero lo importante es que participamos en unos Juegos y ya tenemos una proyección para las siguientes olimpiadas, donde queremos estar”.

Tras debutar en la cita olímpica, el ecuatoriano se prepara para participar en el Campeonato Sudamericano sub-23 o en el Challenge Mundial de Marcha en México.

Confiesa se inclina más por la de México, porque es una prueba de categoría absoluta, “por el nivel de los competidores. Ya decidiré a cuál voy. Después de esta iré a los Juegos Panamericanos sub-23 en Cali (Colombia) el 25 de noviembre. Con esto se termina mi año”, recalca Hurtado, quien en 2022 empezará con los torneos clasificatorios para París 2024.