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Cristhian Noboa de regreso al calor de GuayaquilFREDDY RODRÍGUEZ

Cristhian Noboa: “Por Emelec, ni trago, ni fiestas”

Desde la intimidad de su habitación, el jugador de se confiesa con EXTRA. Está tan loco por el Bombillo que ya tiene soñado el festejo de un gol

Diecisiete años después el Zar Christian Noboa Tello volvió al complejo de Los Samanes, pero de esas canchas él tiene recuerdos desde cuando tenía 10 años y entrenaba ahí.

En aquellos tiempos, si no se contaba con vehículo propio, llegar hasta ese complejo era un tanto difícil, porque quedaba bastante apartado de la ciudad.

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El pesado tráfico vehicular que hay ahora es lo que más sorprende a Noboa, el jugador que estuvo 17 años en Europa y se vino a dar el gusto de jugar en Emelec, algo que le rondaba en la cabeza desde hace 7 años.

Noboa es un jugador sin poses. Las puertas de su departamento en un sector de la vía a Samborondón se abren y una enorme sala recibe al equipo de EXTRA. Más allá una mesa nos espera.

“¿Dónde hacemos la entrevista?”, nos consulta de entrada. La cordialidad del exjugador del Sochi ruso sorprende. Un vaso de jugo con hielo para comenzar.

Dice que no se siente bien aquí, y mejor sería hacerlo en el lugar donde todas las noches sueña cómo serán los partidos en LigaPro: su dormitorio. Ahí está una cama de tres plazas, con una vista espectacular. Hay dos fotos de él con sus hijos. Así es Noboa, sin poses de nada.

En casa ya, ¿lo que Noboa quería?

Lo que siempre soñé durante los últimos 7 años. Cuando me rompí la rodilla ya pensaba en esto, pero Dios lo quiso ahora.

Tú querías venir, pero el Sochi no te quería soltar.

Hubo un momento en que dije ‘es hora de volver’. Quería estar en mi país, en mi casa, con mi gente y en el equipo que me dio la posibilidad de salir al fútbol. Extrañaba todo lo que se llama Ecuador y Emelec. Ojo, este deseo vence al dinero. El poder conversar en vivo y en directo con ustedes, el recibimiento que me dieron, todo eso me hacia falta.

Extrañabas desde los vendedores hasta los mosquitos de Los Samanes...

(Risas) Todo, los vendedores en la calle, me hacía falta todo, escuchar los que venden el boldo (aguas). Uno extraña, créelo.

Noboa en su habitación tiene la foto de sus dos hijos, que están en Rusia.FREDDY RODRÍGUEZ

17 años después a Los Samanes.

Volví hasta a la misma habitación, ¡una cosa de locos! Han pasado 17 años, pero yo conozco el complejo desde los 10, cuando era Filanbanco.

¿Llegas a ver la gente y te pones a comparar cosas con las que tenías en Rusia?

No, esto que estoy viviendo es incomparable, es buenísimo. El poder conversar con los amigos, con la familia y el estar en Emelec no tiene precio.

Los hinchas de Emelec de 20 años para abajo nunca te vieron jugar en Emelec, ¿cómo explicar ese afecto hacia ti?

No sé. Los que me vieron jugar saben lo que siento por Emelec, siempre he dicho que soy del Bombillo, creo que eso es.

El jugador Cristhian Noboa y la modelo colombiana Maca.Instagram

¿Hubo un momento en que el regreso no se daba?

Muchas veces, por eso a veces dejé de hablar de mi vuelta. Pero tocó ser un poco egoísta, dejar a mis hijos y venir a jugar a mi país.

Hablando de Kristofer y Lucas (sus hijos), ¿ellos saben que hay más equipos aparte de Emelec en Ecuador?

Claro que saben, pero son emelecistas, eso no hay discusión.

¿Emelecista porque papá dijo o por qué?

El mayor se sabe todas las canciones, incluidas varias palabritas, han ido al Capwell; ellos pueden elegir cualquier equipo, pero les gusta Emelec. Ojo, el mayor es más futbolero, el menor casi nada.

Cristhian Noboa, no esconde nada, le gusta hablar de frente.FREDDY RODRÍGUEZ

Eres un padre demasiado chocho, ¿cómo haces para controlar el amor y ganas de estar junto a los hijos?

Lo más duro ha sido dejarlos a ellos. Cuando estaba en Sochi, ellos iban a la suite a verme jugar. Acá no van a estar, ese era mi miedo y tuve que sacarme ese sentimiento. Pero lo hice por estar en Emelec. Esto es gratitud, el Bombillo me sacó de cero, yo amo la camiseta.

De aquellos que conociste en 2006 ¿quiénes han quedado en Emelec?

Solo los utileros, el resto todos son nuevos, pero nos llevamos como si nos hubiéramos conocido toda la vida.

De los jugadores que están activos, ¿con quién te volverás a encontrar?

Creo que con dos, Jaime Ayoví y Alexander Domínguez, no quedan más. Creo que he tenido aguante.

Vas a los 39 años, pero tienes las ganas como si fuera el primer entrenamiento.

Vivo el día a día, los disfrutó al máximo, pero hay que ser disciplinado en comer bien, entrenar, descansar, todo lo que te conlleva a ser un profesional, siempre disfrutando lo que se hace.

Noboa en pleno entrenamiento en su regreso al Capwell.Cortesía

¿Algo que digas ‘esto no hay que hacer, por el bien de la carrera’?

Tomar alcohol, salir de fiestas, eso no se puede.

Trajo la puntería para los goles.

La puntería está bien, pero ponte que mañana me coma los goles, todo cambia.

Las últimas temporadas en Rusia jugabas más suelto y aparecías como 9, ¿el DT Hernán Torres qué te ha dicho?

Me ha preguntado cómo me siento bien, le he dicho que por mí no hay problema en nada.

17 años después, ya estar en el día a día, ¿cuál es el mayor cambio de Guayaquil que notas?

El tráfico vehicular y lo habitado que está por Samanes, no era así.

Cristhian Noboa fue el capitán del Sochi ruso.Cortesía

En Ecuador Noboa es fútbol y farándula, en cualquier momento pasarás a ser tendencia por notas rosas.

Sí, ya estoy acostumbrado a eso, en cualquier momento salgo. Ya no me sorprendería, y creo que hasta lo disfrutaría.

¿Cuál crees que podría ser la primera nota de ‘escándalo’ sobre Noboa?

(Risas) De la pareja que tengo ahora (María Camila, mejor conocida como Maca) o si me ven por ahí con otra persona. Pero estoy tranquilo, estoy feliz, espero no salir en la sección de farándula ni ser parte de los chismes.

¿Qué tal la etapa con Maca?

Es una etapa de disfrutar, nada de estrés. Ya sé las cosas que hay que hacer bien: disfrutar de la pareja, de la carrera, de la vida.

¿Qué dice ella de tu vuelta a Ecuador?

Está mega feliz, está a una hora y media en avión (Colombia), seguramente la verán en la tribuna; no estarán mis hijos, pero ella puede estar.

Cristhian Noboa, y su vuelta al Capwell.Amelia Andrade

¿El Cristhian Noboa de 38 años, que cambiaría al de más ‘pelado’?

No cambiaría nada, siempre fui claro. Un ejemplo: después de los 30 años comencé a tomar trago a irme de fiestas. En mi cabeza dije que me iba a esforzar hasta los 30 y luego a divertirme y lo estoy haciendo. En estos últimos años, salí más de fiestas e hice más goles; claro que antes de venir a Ecuador decidí bajarle a las fiestas y enfocarse al máximo. Acá hay más exigencia.

¿Cero fiestas, entonces?

Nada. Si salgo aquí, me van a gritar cualquier cosa; yo conozco a mi gente, mejor evitar.

¿Tips para poder jugar hasta los 38 años?

Fácil: sacrificio, disciplina, eso es primordial en todos las cosas de la vida, y entrenar más de lo que te pide el entrenador. Tienes que hacer la diferencia.

Más de dos millones de seguidores en Instagram, ¿cómo manejas eso?

Lo que se publica en Instagram es mucha mentira, uno sube lo que quiere que vean; un ejemplo: el gol, pero nadie sabe lo que hay detrás, el entrenamientos, las lesiones, eso no se ve.

Subes una foto con la novia o una de entrenamientos, ¿cuál tiene más reacciones?

Con mi novia, eso explota una cosa de locos, pero está bien. Creo que si un futbolista sube cosas de fútbol como que aburre.

¿Qué te gustaría subir, pero no lo haces porque explotarían las redes?

(Risas) Las fiestas que tengo, eso no se sube, son cosas privadas, pero me gustaría subirla, para que la gente diga, ‘quiero esa vida también’. Pero para eso hay muchas cosas que llaman sacrificio. Hay tiempo para todo.

Noboa feliz de regresa a su Guayaquil del alma.FREDDY RODRÍGUEZ

Gol del número 16 (Noboa) de Emelec, ¿qué pasa?

Te confieso un sueño que tengo: gol en el Capwell, ir al borde de las gradas, subirme a la baranda, alzar las manos y caer encima con la gente, eso sueño y para eso estoy acá. Vengo soñando durante los últimos dos meses, se lo he contado a mi familia.

Por cierto, aquí están los encebollados, los patacones, el jugo de naranja.

Sabes que cuando venía de vacaciones disfrutaba al máximo, pero ahora no lo puedo hacer, tengo todo eso cerca, pero tengo que cuidar la dieta al máximo.

Nunca te creíste más.

Jamás, siempre he querido ser el niño que quería jugar.

¿Y esa barba hasta cuándo?

No puedo cortarla porque me gusta, si me la corto mi novia me pega.

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