La histórica clasificación de Ecuador a los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 conseguida por la posta femenina en la prueba de 4x100 metros, y la medalla de bronce mundial en la competencia de 4x200, no es casualidad. Forma parte de un proceso que se inició en 2012 de la mano del entrenador Nelson Gutiérrez y que ha tenido una gran progresión hasta ubicarlas en la élite de esta disciplina.

Ángela Tenorio, con apenas 14 años, y Yuliana Angulo, iniciaron este camino por el que pasaron varias atletas y al que finalmente se sumaron Marizol Landázuri, Anahí Suárez y Virginia Villalba.

En 2015, el equipo ecuatoriano dio el primer aviso al ubicarse en el noveno lugar en el Mundial en Bahamas, al que llegó por invitación y en el que no tuvo ni la carpa para calentar previo a la prueba. Dos años después mejoró su actuación al alcanzar el séptimo lugar, y en 2019, clasificó por primera vez a la final.

“Este logro es fruto de un proceso. En 2019 se ganó un nombre el relevo ecuatoriano de 4x100, y ahora se consolida con la clasificación a Tokio y el quinto lugar en la final. Y a esto se suma la medalla de bronce en 4x200”, detalló Gutiérrez a EXTRA desde Polonia, donde se consiguió la gesta deportiva.

ESTABAN FUERTES

El entrenador confesó que previo a la semifinal, las velocistas le dijeron “que se sentían poderosas, estaban enfocadas en llegar a la final después de cerca de dos años sin competir como posta”.

Agregó que “no somos una potencia, pero estamos dentro de los mejores países del mundo” y que fue clave el respaldo de parte de la Concentración Deportiva de Pichincha “para el proceso de retención de los atletas. De poder concentrarlas en un solo lugar y entrenar en la pista de Los Chasquis (en Quito)”.

Gutiérrez manifestó que la clasificación a Tokio forma parte de la proyección de las velocistas que son campeonas nacionales, medallistas sudamericanas, panamericanas, mundiales, y en el caso de Tenorio y Landázuri son semifinalistas olímpicas en Río 2016, mientras que Suárez es medallista en la cita máxima a nivel juvenil.

Ahora el reto es que Ángela, Anahí y Marizol consigan su boleto a Tokio en los 100 y 200 metros planos.