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Ella sabe muchos secretos.Extra

¡El carro era la alcancía! (La columna de una ex de un futbolista)

Cosas reales del mundo del amor en la cancha, contado por una ex esposa. Solo revelaciones. 

Tenía 18 años, recién me había graduado del colegio cuando me lo presentaron. Decía que iba a ser jugador de fútbol...

Una vez se fue a probar a un equipo y la sorpresa, se quedó. En ese tiempo ya éramos pareja. Lo que me gustó fue las ganas que tenía. Era feíto, pero tenía lo suyo, ese peinado ‘loco’ me enamoró.

Nos fuimos a vivir en un cuarto. Yo tenía 19 años, eran los años 2000 y a él le pagaban solo 200 dólares. Lo amaba, en la pobreza. Yo vendía mis productos a amigas (cremas, perfumes y hasta ropa peruana).

La felicidad fue grande cuando pasó al primer equipo y comenzó a ser un ‘terremoto’ en la cancha, los 200 se transformaron en 1.200 dólares, dejé de vender mis cosas, y la casa de llenó de camisetas rojas. Estábamos en el cielo, le dije que comprara una casa y lo primero que hizo fue adquirir un auto grande y usado. No sabía manejar. Sus amigos borrachos pasaron a ser sus choferes. Esa fue nuestra primera gran pelea.

Luego dejamos el frío y llegamos a Guayaquil. Fue el principio del fin. Dejó de ganar 1.200 y el sueldazo era de 3.000 dólares, pero eso era mentira. Sí, mentira, el muy %$$/&/ ganaba 15.000 dólares, pero solo llevaba 3.000 a casa. Fueron seis meses que le duró la mentira, hasta cuando se le dañó uno de los tres carros, el de color rojo, lo llevó a un taller cerca de Mapasingue y ahí se le cogieron $ 20.000 que había guardado en los asientos.

Después me juraba que se ganaba los 15.000, pero según él, le daba la mitad al dirigente que le firmó el contrato, no le creo.

Lo dejé, tenía dos amantes, a una le había comprado un carro. Ahora se lamenta, recién quiere estudiar para ser técnico. Lo veo solo cuando saluda a mis hijas en Navidad.