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Boxeador Carlos Mina: 'Noqueado' por su salud mental
El joven, quien fue considerado una promesa del deporte, sufre de un trastorno, pero sus familiares no cuentan con recursos para tratarlo.
Un trastorno mental es el duro contrincante al que se enfrenta en este momento el boxeador guayaquileño Carlos Mina Caicedo, quien por su condición está sumido en una crisis que en ocasiones lo arrincona en el ‘cuadrilátero’ de la vida, poniendo en riesgo su integridad.
El 31 de diciembre, en Puerto Quito, cuando en su casa se realizaban preparativos para recibir el 2023, el pugilista desapareció y nadie supo de él hasta la noche del jueves 5 de enero, cuando habitantes de Cotocollao (a dos horas de su domicilio), reportaron que un indigente convulsionaba en la vía.
Sin embargo, no se trataba de un hombre de la calle, sino del boxeador. Los lugareños no lo sabían. Mina fue llevado a un hospital y por sus crisis los médicos no pudieron valorarlo y tuvieron que llamar a la Policía.
Luego, cuando se calmó un poco, hubo residentes que colaboraron con agua para que se aseara y también con prendas de vestir y zapatos, para que no siguiera desnudo.
María Fernanda, hermana del boxeador, contó que en ese momento el deportista, al estar en una de sus crisis, no daba su nombre, sino que hablaba de forma extraña, lo que hacía que otros no lo entendieran.
No obstante, en un momento donde aparentaba lucidez, habría dicho que se hospedaba en un lujoso hotel de la capital y los agentes que lo custodiaban lo llevaron al lugar. Fue así que los parientes se enteraron que estaba en manos de los uniformados, porque el personal del albergue los contactó.
Según la hermana, en una desaparición anterior él habría ido al sitio y también los allegados a buscarlo. Por eso, habían dejado una fotografía y un teléfono de contacto, por si volvía a suceder una emergencia. Y ocurrió.
Necesitan ayuda
Mina empezó a dar sus primeros golpes a los 8 años, pero ya en su carrera profesional fue parte de diferentes torneos y juegos internacionales que lo llevaron a obtener preseas y medallas de oro en distintas categorías. Su sueño se acabó cuando fue a dar a prisión tras ser acusado de violación.
Sus familiares necesitan ayuda para su tratamiento, porque su trastorno ni siquiera ha podido ser definido.