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¡Bosco Mendoza, el doctor eterno!
Barcelona despide a uno de los emblemas que estuvo 44 años como médico principal del club y que ya se convirtió en leyenda.
En su féretro color café, a la altura de la cintura estaba la bufanda que tanto le gustaba ver, la de Barcelona con la estrella 14. Es el adiós del Dr. Bosco Mendoza, el eterno médico del Ídolo, que estuvo en el club torero por 44 años. Todos le decían Bosco, o Bosquito, pero como buen manaba tenía tres nombres: Jesús, José y Bosco, quien llegó a Barcelona en 1973 después de que lo vieron trabajar en Portoviejo.
Fue al profesonal que nunca despidieron y vio pasar a varias generaciones de jugadores y técnicos por el Ídolo.
Hoy, a las 11:00, le harán una misa y a las 12:00 en el Parque de la Paz del sector de La Aurora, en Daule, le darán sepultura en el mismo cementerio donde cuatro meses atrás se despidió de su amigo Carlos Luis Morales. El piso que separa la tumba del arquero y la del doctor tiene un césped como si los uniera una cancha de fútbol.
La plantilla del ‘Barcecielo’ estaba sin médico y Dios ordenó que se una a ese equipo que ahora mira desde arriba, al equipo que busca dar alegría a los que queden en la tierra. Mendoza fue campeón 10 veces y disfrutó 9 vicecampeonatos y dos finales de Copa Libertadores.
“Bosco fue el primer médico ecuatoriano que conocí, un tipazo. Se conocía la historia clínica de todos los que pasamos por el equipo. Él nunca se fue, nunca murió, porque vivirá en nuestros corazones”, expresa el presidente del plantel torero, Carlos Alfaro Moreno, quien recuerda una anécdota de cuando el doctor Bosco lo chequeó en Chile antes de arribar a Barcelona en febrero de 1994.
“El equipo jugaba la Copa Labán y él viajo dos días antes para encontrarse conmigo en Santiago para los chequeos médicos. Estos duraron ocho horas. Tenía el pedido de la dirigencia de que se haga un chequeo completo. Ha sido el mayor tiempo que he estado en revisión con un médico. Tuve que viajar a Chile para eso y luego al partido”, cuenta Alfarito.
Además tiene fresco el recuerdo de cuando en 2002 le dijo adiós al fútbol, y cuando ya se iba con sus hijos al camerino, Bosco lo estaba esperando para darle un abrazo y terminaron llorando.
SU PELO NEGRO
Bosco Mendoza nació en su querido Riochico, en Manabí, hace 77 años. En estos últimos tiempos luchaba contra un cáncer de páncreas.
“Bosquito, como le decíamos, era un gran doctor. Sabía de todo cuando no se disponía de todos los aparatos para atender. Recuerdo que tenía una forma de ver la vida diferente, siempre andaba de buen humor. Nunca se molestaba por nada. Creo que es el médico que sabía más de fútbol en el país. Una de las lesiones más graves que tuve, él me trató”, recuerda José Gavica, exjugador amarillo.
Y es que Mendoza siempre ha sido un tema de conversación en Barcelona. Quienes lo conocían lo molestaban cuando se pintaba el cabello de color negro, algo que siempre hacía. Claro, aunque a veces se olvidaba y aparecían las canas.
Siempre sus amigos le hacían bromas, pero él sólo sonreía.
El exjugador canario Ángel Escobar relata que cuando estuvo en Barcelona, el doctor Mendoza también era como una especie de psicólogo y motivador. A los jóvenes siempre les estaba hablando por su bien, tanto en la parte médica como en lo deportivo.
Dice que la experiencia que tenía en el Ídolo era única y que siempre estaba atento a todo, desde una gripe hasta la lesiones más graves.
HASTA EL 2016
La temporada 2016 fue la más dolorosa para Mendoza, cuando se posesionó la nueva directiva de José Francisco Cevallos. En ese momento, Bosco dejaba de ser el doctor principal, debido a que llegaban otros galenos a tomar las riendas médicas.
Ese día él tenía un sentimiento de despedida y dijo: “No sé dónde voy a estar, pero ya no estoy con el primer plantel. He trabajado tanto tiempo en Barcelona, que me acostumbré y llegué a amar al equipo. Separarse así se siente mucho y no es tan fácil decir ‘me voy y hasta luego’”. Bosco sabía que ese era su último día con el equipo principal.
Poder describir lo que dio en vida, el Dr.Bosco Mendoza a BSC es casi imposible.
— Beto Alfaro Moreno (@AlfaroMoreno) October 15, 2020
Un gran profesional en su campo, pero por sobre todas las cosas, una extraordinaria persona, siempre dispuesto a ayudar, a todo el que lo necesitaba.
Los barcelonistas lo recordaremos por siempre 🙏🏻 pic.twitter.com/sQFy3DDvJq
Luego se inauguró el centro médico Dr. Bosco Mendoza, en su honor, en las instalaciones de la concentración del Barcelona.
Aquel día fue triste. Él no tenía ‘clara la película’ y sus ojos se llenaron de lágrimas. En realidad no lo estaban sacando, solo le quitaban la responsabilidad del primer equipo.
Bosco ahora está en el cielo junto a sus amigos que se le adelantaron en el camino de la vida: Carlos Muñoz, Jimmy Izquierdo, Carlos Luis Morales y el presidente que lo llevó al Ídolo del Astillero, Silvio Devoto.