Estamos en la cancha del Bernabéu y no tiene nada que envidiarle al Bernabéu de Madrid. Este escenario cuenta con locales comerciales, comedores, vistas privilegiadas cerca de la cancha y lo mejor: índor fútbol al máximo nivel.

Llegamos en el bloque 1 de la Flor del Bastión, al norte de Guayaquil, donde como en las grandes canchas de Europa, también es posible observar peinados de todo tipo. Como el caso de Óscar Vásquez, quien de lunes a sábado labora de albañil, pero los domingos se transforma en una mezcla del colombiano Pibe Valderrama y el ecuatoriano Carlos Cuero de Aucas. Su melena es rubia y asegura que él mismo se hace el peinado con el tinte. “La gente me dice cosas, que me queda bien el peinado, pero yo también soy harta pelota” expresa Vásquez, quien afirma ser un arquitecto con el balón, en honor a la actividad que desempeña.

El olor a tripita envuelve el lugar. Los responsables de ‘tentar’ a los presentes son Livingston Toala y Betty Velásquez, quienes se instalan en su triciclo a un costado de la cancha. Ellos no hacen goles, pero son felices los domingos porque su venta aumenta. Los jugadores y aficionados, antes y después de los partidos, prueban los cueritos, tripas, maduros. Aquí la ‘parrillada del pueblo’ solo cuesta $ 1. Y es tan rica y barata que todo el mundo repite.

En la liga deportiva barrial El Ruco, su principal, Rogelio Márquez, desde hace nueve años organiza torneos. Solo se disputan los domingos, pero los jugadores comienzan a llegar desde las 06:15, porque a las 06:45 comienza el primer cotejo. Y la actividad deportiva se extiende hasta después de las 20:00. Todo el día se juega.

ES UNA FIESTA FAMILIAR

Los organizadores del torneo se dan modos para poner a jugar a 56 equipos de todo el sector. “Es una fiesta, el ambiente familiar es tremendo, la gente viene a jugar, apoyar y a comer”, expresa Rogelio.

En el torneo actual están inscritos 36 equipos en la categoría sénior, 12 en la sub-40 y ocho de mujeres. Justamente son las chicas quienes cierran la jornada.

Y el Bernabéu de la Flor de Bastión tiene su narrador estrella, Alejandro Nazareno, quien tiene chispa para relatar jugadas. “Le ponemos alegría al fútbol. Aquí es el Bernabéu y he narrado las jugadas de futbolistas como Messi, Ronaldo, Raúl. Ojo, ellos se creen que son como los cracks, pero... la plena que sí juegan”, dice Nazareno.

El Bernabéu de Flor de Bastión es una de las tantas canchas donde todavía se juega índor fútbol, pero como antaño, sobre ‘tierra pelada’.

Los domingos una pelota despierta al jugador que llevan dentro los habitantes de este sector guayaquileño. Y mueve ‘a full’ la parte económica.

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