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Barcelona: Mechita, la mamá del equipo
Llegó al área de lavandería hace 37 años y luego pasó a la utilería. Se convirtió en una madre para los jugadores, a los cuales aconseja .
Ella es la ‘mamá de la mamá’ de Barcelona. Es la jefa de utilería, aunque en la realidad cumple el papel de madre, amiga, psicóloga, da consejos y hasta es hombro sobre el cual lloran algunos. Es Mechita, o simplemente y con cariño, mami Meche.
Cristina de las Mercedes Ibarra tiene 70 años, de los cuales 37 lleva puesta la camiseta del Ídolo. Tiene 6 hijos y un nieto.
En la concentración de Barcelona, Mechita le confiesa a EXTRA que no quiere que los jugadores vean que da la entrevista, porque después la están molestando, le dirán que es la más famosa o la abrazarán.
El entrenamiento ha terminado y ya los jugadores sospechan que Mechita se va de entrevista. “¡Bien, Mechita! Póngale harta alegría que va a salir en EXTRA. Pilas, ella es para portada o un Lunes Sexy”, dice Fidel Martínez y le da un abrazo.
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“Si vio, yo los conozco, son molestosos”, replica ella.
El mejor sitio es el cuarto de utilería que está junto a la cancha alterna del Monumental. Es donde se siente mejor.
Quien trabajó primero fue su adorado esposo Bernard Zambrano, que se fue al cielo en enero del 2021. Resulta que hace 37 años, a él se le perdían las cosas cuando entrenaban en el Reed Park (frente al cementerio general), por eso un día le dijeron que se consiga a alguien para que ayude. Entonces llevó a su esposa. Ella, que no sabía nada de nada de fútbol, se encargó de la lavandería.
“Querían a alguien de confianza y les dijo que yo les podía ayudar, pero nunca pensé que me iba a quedar tanto tiempo. Ni yo lo creo, Dios ha sido bueno conmigo, mi familia es Barcelona. No pensé que iba a estar en un lugar en el que muchos quisieran estar”, dice con orgullo.
MAMI MECHE
El carisma que tiene mami Meche la ha llevado a cumplir no solo el rol de utilería, también el de dar afecto y cariño. Antes de saltar a la cancha, varios jugadores le piden su bendición o que ore por ellos; uno de esos es Pedro Pablo Velasco.
Pero su amor a sus jugadores va más a allá, pues cual cariñosa madre le ha tocado escuchar cuando estos tienen problemas y hasta le piden consejos.
“Me dicen que los tengo engreídos, pero en realidad son chicos que tienen problemas como todos y deben tener una persona que los escuche y que también les hable”, expresa Mechita.
Pero si hay un tema en el que les habla de frente y sin ‘maquillar’ nada a los jugadores en sobre las mujeres. Ella se basa en su experiencia. “Les comento que yo viví con un hombre que era ‘putañero’ (guapo, galán) y estuvimos 53 años unidos, pero deben entender que la mujer de la casa se respeta, se le da su espacio y que ellos deben cuidarse de lo que pueden encontrar en la calle”.
En medio diálogo le llega el recuerdo de su amado Bernard y sus ojos se llenan de lágrimas. Estas bajan por sus mejillas y ella se las seca. “Me hizo llorar”, dice con voz entrecortada. Ya han pasado dos años desde que Dios se lo llevó, pero aún le hace mucha falta.
Los primeros años solo se dedicaba a la lavandería, pero para un Clásico del Astillero su esposo, antes del partido, tuvo que ser hospitalizado, y el entrenador Edu no sabía qué hacer porque no tenía un utilero principal. Ese día le dieron a Mechita la responsabilidad de estar al frente en ese partido, como utilera oficial; fue su debut y hasta ahora.
Aquel día tuvo por primera vez una alineación en sus manos, le servía para ordenar la ropa en el camerino. Cosas de la vida, su hija Yajaira está ahora en la lavandería del Ídolo.
ES TODO
Se emociona al hablar sobre lo mejor que le ha pasado en Barcelona. “Todo lo que tengo, todo lo que soy, todo lo que he soñado se lo debo a Barcelona. Soy agradecida de Dios y del fútbol, no le puedo pedir más a la vida”, expresa Mechita, quien es una experta a la hora de preparar ropa deportiva. Tiene de recuerdo cuando le tocaba sacarle brillo a los zapatos negros de fútbol, ahora se ríe al ver que hay de tantos colores.
Mechita, quien vive en Sauces 8, se ríe cuando escucha de las hinchas que la envidian porque ella está siempre rodeada de los jugadores. Les comenta que para qué los necesitan tener cerca, basta con verlos jugar. “Hay fanáticas que me dicen para cambiar los trabajos por un día, y solo me río”, expresa Ibarra, a quien ‘saca pica’ sobre su buen estado y bromea con su edad. “Eso me dicen los muchachos (jugadores) que no parezco de 70, que tengo más”, y se ríe.
Así de sencilla es Mechita, la energía maternal que está detrás de los muchachos de Barcelona. La mujer que confiesa que cuando las cosas salen mal, toca levantarles el ánimo a los jugadores con abrazos y palabras; la mamita que cuida y mima a sus otros hijos, los jugadores.