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Barcelona - Emelec: El Clásico del silencio
El partido se lo jugará sin publico hoy, en el estadio Monumental, desde las 18:30, sin aficionados, por el COVID-19.
El 30 de abril del 2006, en el Capwell, Emelec ganaba el Clásico del Astillero 3-0 al Barcelona. Se jugaba el minuto 51 y comenzaron los desmanes en el sector donde estaba la hinchada amarilla. Hubo de todo y el árbitro Pedro Ramos suspendió el partido.
Los 39 minutos que faltaban se jugaron a las 12:00 del siguiente día, con un resultado final de 3-2. Lo raro de ese cotejo es que será como hoy: sin público.
Así, 14 años después, se volverá a jugar el primer Clásico sin aficionados, aunque esta vez desde el primer segundo. Todo por el COVID-19.
En el estadio Monumental no habrá la bulla de los 50.000 hinchas que suelen asistir a un encuentro de este tipo. No existirá el banderazo de los fanáticos del Emelec en el sector de Los Samanes. No se reunirá la Sur Oscura en la Av. Nueve de Octubre de Guayaquil ni el sector de Bellavista. No habrá gente fuera del estadio.
Será el Clásico del silencio, donde por primera vez los jugadores de ambos equipos podrán escuchar claro las indicaciones de sus entrenadores sin tener que gritar tanto.
JOSÉ GAVICA: “SIN PÚBLICO HASTA PUEDEN ACTUAR MÁS SUELTOS”
Desde 1988 hasta el 2004, José Gavica jugó Clásicos del Astillero con Barcelona. La situación de jugar sin aficionados la ve de esta forma: “Hay que adaptarse a las necesidades de hoy, eso pide la bioseguridad”.
Como exjugador, manifiesta que, sin la presión del público, el futbolista puede actuar más suelto. “Claro que no es normal, porque sentir la gente gritando hace lindo al fútbol”, dice Gavica, al tiempo que precisa que “si hay público y fallas, por ejemplo en un penal, todo el estadio te insultará y hasta se acordará de tu mamá; sobreponerse de una situación como esa es muy duro y ahora la presión para este partido no habrá”.
Además, comenta que esta vez el silencio de las hinchadas será muy evidente “pero esto no tiene nada que ver con la adrenalina de jugar el partido, porque es un encuentro en el que todos los jugadores quieren sobresalir” y, obviamente, es mejor cuando hay gente que aplaude, pues “eso también te empuja en la cancha”.
MANUEL MENDOZA: “SIN HINCHADA ES HORRIBLE, EL JUGADOR ES COMO UN ARTISTA"
Entre 1995 al 2000 Manuel Mendoza jugó una docena de clásicos en Emelec. El defensa habla de lo raro que debe ser jugar sin nadie en las gradas. “Actuar sin hinchada es horrible, no hay quién te aliente. El jugador es como el artista, necesita del aplauso y el griterío de la gente. Ahora en el Clásico solo se escuchará lo que diga el entrenador. Seguro que será triste cuando hagan una buena jugada y nadie la aplauda”, dice Mendoza.
Como jugador, afirma, uno se prepara para este tipo de partidos, porque quedan en la mente de la hinchada. “Uno dice: ‘hoy la rompo, porque voy a hacer que la hinchada salga feliz’. Pero eso no pasará ahora”.
El exfutbolista señala que los clásicos son para jugar con estadio lleno, pero “ahora hay que respetar las normas de bioseguridad”, afirma consciente de la situación actual.
DANIEL MONTOYA: “VER UN ESTADIO TAN LINDO Y VACÍO ES PENOSO”
Más conocido como Capitán Cavernícola, Daniel Montoya es un hincha que acompaña a Barcelona dentro y fuera de Guayaquil. Es de los que deja de comer por asistir al estadio. Ahora no lo hará. “Esto afecta a los seguidores del fútbol, en especial a los de Barcelona. Ver un escenario tan lindo, pero sin público, es penoso, ya que hasta baja la revolución del encuentro”, dice.
“Se jugará el Clásico sin hinchada por razones de salud, pero en cada casa debe existir una bandera del Barcelona”, alienta el fanático.
JAVIER REDROVÁN: “ESTO ES RARO, PERO NO QUEDA MÁS"
Para el emelecista Javier Redrován, el primer Clásico sin público marcará un antes y un después, porque es el partido para el que el hincha se prepara en todo sentido para ir al estadio, pero por ahora eso es cosa guardada.
“Cuando dijeron que el fútbol iba a volver, un punto era que la hinchada no debía estar presente; cuando hay está clase de partidos duele saber que no se puede ir al estadio”, dice Redrován.
El hincha azul propone que cada fanático ese día vista la camiseta de su club y ponga una bandera en su casa, negocio o vehículo.
DIEGO VALLADOLID “TODO SEA POR LA SALUD DE LA GENTE DEL FÚTBOL”
para Diego Valladolid, hincha amarillo, será extraño no tener a las barras de los equipos. Está consciente de que el fútbol pierde vistosidad y el club no percibe dinero de la taquilla, pero gana la salud de la fanaticada.
“A veces se espera todo el año por este partido, pero en este tiempo resulta difícil y que todo sea por el bien de las personas. Ojalá que poco a poco vuelvan los hinchas a los estadios”, comenta Valladolid, quien asegura que todo esto sirve para salvar a los fanáticos de posibles contagios de COVID-19.
HUMBERTO RAMÍREZ: "NO SERÁ LO MISMO IR AL ESTADIO TIENE SU ENCANTO”
“Este clásico será histórico porque si bien antes la violencia nos dejó sin hinchada visitante, ahora la nueva normalidad nos hará vivir incluso sin los seguidores locales”, expresa Humberto Ramírez, hincha de Emelec.
El fanático comenta que como alternativa, al no estar la hinchada visitante, se tenían los banderazos, pero esto ahora no se lo podrá hacer debido al distanciamiento social.
Con mucha pena, dice: “No será lo mismo. Ir al estadio tiene su encanto, porque me puedo meter en la conversación de un extraño y terminamos charlando como si fuésemos amigos; puedo sentir hasta el aroma del maní con limón. Este domingo será duro ver un Clásico de esta manera”.