Con motivo del centenario de Barcelona SC, que se celebrará el próximo 1 de mayo de 2025, es momento de rendir homenaje a quienes, con su talento, liderazgo y amor por la camiseta, marcaron para siempre la historia del equipo más laureado y querido del país. Estos jugadores no solo dejaron huella en la cancha, sino también en el corazón de millones de hinchas.

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Damián Díaz, el último gran ídolo

Llegó al club el 19 de julio de 2011 y, desde entonces, el ‘Kitu’ se convirtió en una figura indiscutible. Su estilo atrevido, técnica depurada y liderazgo natural lo llevaron a ser capitán y referente. Con 363 partidos jugados, 89 goles y 87 asistencias, Díaz fue clave para la conquista de tres títulos nacionales.

José Francisco Cevallos, el muro amarillo

Dueño del arco durante 17 temporadas (1990-2006), ‘Pepe Pancho’ es el jugador con más partidos en la historia del club: 441 encuentros. Con Barcelona SC ganó tres títulos nacionales (1991, 1995, 1997) y fue parte esencial del subcampeonato de América en 1998. Su temple y seguridad bajo los tres palos lo convirtieron en leyenda.

Matías Oyola, el corazón del mediocampo

El ‘Pony’ llegó en 2009 y, durante 13 temporadas, fue el equilibrio, la garra y la inteligencia del equipo. Capitán respetado y querido, fue tricampeón nacional (2012, 2016, 2020) y símbolo de entrega total. Se retiró como uno de los jugadores más queridos por la hinchada.

Washington Muñoz, el eterno goleador

Apodado ‘El Chanfle’, por su potente y preciso disparo de derecha, es el máximo goleador histórico de Barcelona SC con 101 goles. Jugó toda su carrera en el club, y sus tiros libres son parte de la memoria colectiva del fútbol ecuatoriano. Ícono indiscutible de una época dorada.

Sigifredo Chuchuca, el pionero del temple

Llegado en 1946 desde El Oro, Chuchuca fue un delantero ágil y temperamental. Jugó hasta 1958 y es considerado uno de los grandes nombres de los primeros años del club. Su carácter en la cancha lo convirtió en un líder natural.

Vicente Lecaro, el maestro de la defensa

Formó una dupla inolvidable con Luciano Macías. Lecaro vistió la camiseta amarilla durante 14 temporadas desde 1954, disputando 336 partidos. Fue campeón de Guayaquil en cuatro ocasiones y campeón nacional en otras cuatro. Su solidez y elegancia en la zaga lo convirtieron en un referente.

Jimmy Montanero, el líder implacable

Desde 1983, Montanero fue parte fundamental de los títulos nacionales y las grandes gestas internacionales de los años 80 y 90. Conocido por su carácter fuerte y su lealtad al club, el capitán fue símbolo de una época competitiva y aguerrida.

Carlos Muñoz, el ídolo inolvidable

Considerado uno de los mejores delanteros de los años 90, Carlos Muñoz llegó al club en 1990 y fue pieza clave del subcampeonato de la Copa Libertadores ese mismo año. También fue campeón en 1991 y subcampeón en 1992 y 1993. Su legado permanece intacto.

Nicolás Asencio, el Torero de mil batallas

Con siete etapas diferentes en el club entre 1991 y 2007, Asencio fue un delantero talentoso y versátil. Ganó el campeonato de 1997 y es uno de los jugadores más recordados por su entrega. Marcó 96 goles con el equipo.

Rubén Darío Insúa, el estratega del talento

Volante fino y ambidiestro, Insúa llegó en 1991 como refuerzo para la Libertadores. Jugó hasta 1994 y luego regresó como entrenador. En 1997 fue campeón nacional desde el banquillo, y en 1998 llevó al club a su segunda final de Libertadores.

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